Licda. Rose Marie Hernández Vargas
Vista del Golfo
de Nicoya desde isla Venado
“…
su belleza de sus contornos y en el sinnúmero de islas cubiertas de bosques que
se levantan sobre su superficie capciosa. San Lucas, Caballo, Venado y Chira,
esta última la más grande en todo el golfo, son las islas más hermosas…” (Ricardo
Fernández Guardia. Costa Rica en el Siglo
XIX, Antología de Viajeros. Editorial Universidad Estatal a Distancia, San
José, 2002, pp. 103-104.) Fotografía de María Elena Fournier.
Gaviotas
volando sobre San Lucas. La isla San Lucas pertenece al distrito primero del
cantón central de Puntarenas. Es declarada Refugio Nacional de Vida Silvestre
de Costa Rica (Decreto Ejecutivo Nº 29277-MINAE). En el año 2002, isla San
Lucas es declarada Patrimonio Histórico Arquitectónico de Costa Rica. (Decreto
Ejecutivo No. 30714-C) Fotografía de Rose Marie Hernández Vargas.
Manglares de
isla Venado. Vecinos del lugar y arqueólogos
han encontrado entre sus raíces objetos y hasta restos óseos que han sido
arrastrados hasta este lugar. Permiten reconstruir la historia y la cultura de
los pueblos autóctonos de la época pre hispana. Fotografía de Olga Coronado.
Restos
encontrados en descubrimientos arqueológicos en isla Venado: vasijas y
cerámica, metates de piedra para
moler el maíz. Asimismo, trabajaban el barro, la arcilla y el jade. La
cosmovisión que tenían sobre la vida y la muerte los hacía enterrar a sus muertos con muchas ceremonias,
ritos y objetos artesanales y alimentos para su viaje al más allá. Fotografía
de Olga Coronado.
Metates
de piedra fueron usados para moler maíz, harina o cacao. Pero también
existieron los metates ceremoniales de tres soportes que eran utilizados para
sentarse la elite de poder (sacerdotes o
médicos espirituales) y para triturar plantas psicoactivas empleadas en
prácticas rituales. Metate procedente de isla Venado, Costa Rica. Fotografía
María Elena Fournier.
"…Enseñen
a sus hijos que la tierra es nuestra madre.
Todo
lo que ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra.
Todo
va enlazado como la sangre que une a una familia.
¿Qué
sería del hombre sin los animales?
Si
todos fuéramos exterminados, el hombre también moriría de una gran soledad
espiritual.
Porque lo que le suceda a los animales también
les sucederá a los hombres“.
Carta
del Gran Jefe Seattle
al
presidente de EE.UU.
Atestiguan que las islas Chira,
San Lucas y Venado estaban cubiertas de selvas vírgenes con flora y fauna en
abundancia… pero la más grande y hermosa
del Golfo de Nicoya era la isla Chira.
En el año 1853, el viajero
alemán Wilhelm Adolph Marr describe las islas del Golfo de Nicoya:
"…Islas cubiertas de
bosques que se levantan sobre su superficie capciosa. San Lucas, Caballo,
Venado y Chira, esta última la más grande en todo el golfo, son las islas más
hermosas…“ (Ricardo Fernández Guardia. Costa Rica
en el Siglo XIX, Antología de Viajeros. Editorial Universidad Estatal a
Distancia, San José, 2002, pp. 103-104.)
A la llegada de los
conquistadores españoles a Costa Rica, la isla Chira formaba parte
del cacicazgo de Paro, cacicazgo que incluía las otras islas del
archipiélago del Golfo de Nicoya y parte del litoral oeste de la península de
Nicoya.
Tomando en cuenta los
testimonios escritos por los españoles y los hallazgos arqueológicos, se cree
que en Chira y en las islas circunvecinas existía “…un bolsón étnico y lingüístico, es decir, la convivencia de
varias etnias que hablaban distintas lenguas… ". (http://es.wikipedia.org/wiki/Isla_de_Chira).
Los arqueólogos han
encontrado diferentes restos de herramientas de la historia precolombina de la
isla Chira. "…piedras de puntas de lanza, de arcos y flechas, raspadores, tinajas,
piedritas de adivinación, diferentes piezas mortuorias, restos de piedras de
moler cacao y maíz, incensarios, metates, pebeteros, efigies de dioses, figuras
de oro y jade, ocarinas, ollas de barro, cerámica, alfarería, jorongos, comales
y cántaros". (www.hcostarica.fcs.ucr.ac.cr/index.php?option=com...view).
En el cacicazgo de Paro,
incluía las islas Chira, Venado y Chara (San Lucas).
Isla Venado tiene
con 8 sitios arqueológicos. Llamada así por estar habitada por gran cantidad de
venados. La carne de venado era muy valiosa y se daba solo a personajes de alto
rango.
De isla de Chara o San Lucas
hay registro de 9 sitios arqueológicos. La isla de San Lucas ha sido declarada
Refugio Nacional de Vida Silvestre de Costa Rica (Decreto Ejecutivo Nº
29277-MINAE). En el año 2002, isla San Lucas es declarada Patrimonio Histórico
Arquitectónico de Costa Rica. (Decreto Ejecutivo No. 30714-C).
El sitio arqueológico
encontrado en la isla San Lucas llamado “Vigilante Alto”, ha sido estudiado por los arqueólogos del
Museo Nacional. Objetos como cerámica, platos, hachas, metates, jade, oro y
algunos instrumentos de piedra, revelan el ritual del funeral, las costumbres,
los objetos asociados y el tratamiento mortuorio de los antiguos habitantes de
la isla.
En el siglo XX, se iniciaron
las excavaciones arqueológicas en la isla Chira. Lo anterior no quita que el
resto de las islas del Golfo de Nicoya cuenten con bienes arqueológicos.
Cuenta el cronista Gonzalo
Fernández de Oviedo y Valdés, que los aborígenes de Chira tenían libros de
cuero de venado en los que escribían con tinta roja y negra, pero fueron
destruidos por los conquistadores españoles, perdiéndose esta fuente de
información. (http://es.wikipedia.org/wiki/Isla_de_Chira).
A principios del siglo XX,
se encontró en la isla Chira un libro cuadrado y voluminoso con jeroglíficos,
llamado “El Misal Chorotega”. En este misal se captura la sabiduría de sanación
de las antiguas culturas locales. Se ignora el destino de este misal. La única
referencia conocida sobre ese hallazgo la brinda la arqueóloga y escritora
María Fernández de Tinoco, hermana Ricardo Fernández Guardia.
María Fernández de Tinoco escribió
la novela Chira, olvidada cuna de
aguerridas tribus precolombinas. Visitó la isla en el año 1935:
En
un pasaje relató: “...vine acompañando al padre Velazco hace más de veinticinco
años, cuando hizo este señor sus expediciones en la isla; y en un lugar muy
cercano a éste, después de cinco meses de expedición, descubrió algo muy
importante que llamó el misal chorotega, un libro cuadrado con muchos jeroglíficos”.
(http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_precolombina_de_Costa_Rica).
Muchos de los libros de cuero de venado,
sobre Nicoya e isla Chira probablemente
se perdieron en un incendio del archivo de Nicoya en 1768.
En años recientes, están trabajando en
equipo arqueólogos, historiadores, etnohistoriadores y lingüistas. Se ha podido
conocer en forma más precisa la forma de
vida de los aborígenes en diversos contextos geográficos y diferentes épocas.
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