Licda. Rose Marie Hernández Vargas
A pocos kilómetros de
Heredia, nos encontramos con Santa Bárbara, uno de los cantones con mayor
belleza natural de la ciudad de las flores. El nombre de Santa Barbará de Heredia aparece citado, por
primera vez, el 4 de abril del año 1821. (A.N. Serie Municipal de Heredia .Exp 370, Fol. 65).
Santa Barbará de
Heredia fue cuna de la etnia aborigen de los huetares o güetares.
Recordemos que lo que se conoce de aquellas épocas pre
hispanas o precolombinas es por medio de la trasmisión oral que ha pasado de
generación en generación, y por los estudios arqueológicos unidos a la
información documental.
La llegada de esta etnia a
los territorios conocidos hoy día como Santa Bárbara, fue una expansión
planificada por el Rey o Cacique Barvak, rey de Barva, uno de los súbditos del Cacique
Garabito.
Las casas cónicas de planta
circular con techo cónico hasta el suelo, fueron construidas por los huetares, cabécares y bribris. (Véase
imagen 1).
Los pueblos aborígenes
huetares estaban constituidos por un núcleo básico de dos tipos de viviendas
circulares o cónicas una mayor que la otra, construidas con madera, cañas y
techo de palma real o paja. Se ubicaban en parte de la Vertiente Atlántica y en
el Valle Central. (Ferrero 2001:106). (Véase Imagen 1).
Según González Chaves y
González Vásquez (1994:23), los tipos más tradicionales de viviendas fueron la
cónica, circular con techo cónico, de planta ovalada, rectangular con techo de
dos vertientes. Las construcciones de estas viviendas de forma cónica seguían
un modelo de acuerdo con la cosmovisión
indígena y un profundo significado místico y lleno de simbolismos.
El tipo de casas de techo
cónico que llega hasta el suelo es el que realmente protege de los vientos,
pero también permite que el agua se escurra más rápidamente y evita que se
pudra muy rápido la palma. Este es muy parecido al que actualmente construyen
en el Alto Guaimí. (Véase imagen 2).
Rancho redondo con techo
cónico circular con techo de paja. El
cerramiento de madera o de troncos hasta cierta altura es similar a los que
Vázquez de Coronado encontró en la región Diques y en el Valle del Guaimí. (Ferrero 2001: 107). (Véase imagen 3).
Las casas de las tribus de
origen chibcha eran de forma circular y cónica. (marcosoto34.wordpress.com/tag/huetares)
Ángel Ramírez
(Tobosi) expresa sobre las casas huetares:
“…Yo pude conocer ranchos de esos, en los que vi la forma cónica… pero como
punteados pero después le fueron dando otras formas como un estilo igual que
redondo…la forma de construcción de nuestros antepasados las paredes… eran de
palos de 15 centímetros de grosor… yo
conocí otro también largo de forma rectangular". (Quesada Pacheco 1990: 70).
En los sitios Guayabo y Las
Mercedes, de tradición huetar, las viviendas pudieron ser de tipo circular
cónico.
"…De muy pocos es
sabido que los habitantes de Bocana de Puriscal, han conservado la construcción
tradicional de sus viviendas mejor que los Guatusos o los Borucas, y que el
mueblaje del Bajo de las Limas, en Acosta en casi nada se diferencia de los talamanqueños."
(Quesada Pacheco 1990: 17).
Los estudios arqueológicos de los últimos años, han
transformado el conocimiento que había sobre los aborígenes huetares. La historia de los aborígenes huetares y su cultura está íntimamente relacionada con la construcción la casa o el rancho que simboliza la cosmovisión del indígena en
relación con el cosmos y su entorno.
Esta referencia sustenta lo
anterior. "….la casa en sí misma es un microcosmos.
La forma de la casa involucra valores simbólicos que sirven a su pueblo para
concretizar sus ideas y sentimientos." (Ferrero 2001:102).
La cosmovisión ancestral
aborigen se basaba en la relación armónica y holística con todos los elementos
de la naturaleza. (González Chaves y González Vasquez 1994: 22).
Las viviendas estaban
dispersas en el bosque. En cada casa vivía junta toda una familia, parentela y
linaje.
La vivienda o "canasta"
tradicional tiene un simbolismo uterino y protector. Hacer la casa es como hacer una "canasta"
y representa seguridad. (González Chaves y González Vasquez 1994:57). (Véase
figura 4).
La confección de canastos o
canastas es una tradición huetar muy
antigua y con un simbolismo muy significativo. Tradición que ha pasado de
generación en generación. La información disponible indica que los antiguos
fundadores de Santa Barbará construían las casas con materiales del bosque,
según el medio natural donde residen.
Poseen un patrón de asentamiento
disperso en medio de bosques vírgenes e impenetrables de una incalculable
belleza y riqueza en flora y fauna aunque también nucleado, según la localidad
o ubicación geográfica.
La construcción de
las viviendas se hacía a las orillas de los caudalosos ríos. Con el tiempo, estos ríos han cambiado
de nombre y han disminuido su caudal.
Creemos que las primeras
casas se construyeron en las orillas del rio río Zanjón o Porrosatí. Este río sirve
límite entre Santa Bárbara y Barva. Recibe como afluentes la quebrada Amanda,
la quebrada La Cruz. Esta quebrada se encuentra 500 metros al este de la
iglesia de Santa Bárbara y es de suponer que fue el último asentamiento huetar
a la llegada de los españoles en el Siglo XVI.
La construcción de la
vivienda fue parte de un trabajo comunal integrado, “…pues en esencia, una
vivienda era una obra colectiva". (Ferrero 2001:99).
La inauguración de la casa
termina con una chichada en la que no puede faltar la danza.
Bibliografía
1. Ferrero Acosta,
Luis. Entre el pasado y el futuro. Editorial EUNED. San José. Costa Rica 2001,
2. Ferrero Acosta Luis. ¿Por qué prehistoria si hay historia precolombina? Editorial
EUNED. San José. Costa Rica. 1998.
3. González Chávez, Alfredo
y González Vásquez, Fernando. La Casa
Cósmica Talamanqueña y Sus Simbolismos. Editorial EUNED. San José, Costa
Rica. 1994.
4. Materiales y
audiovisuales.blogspot.com/2013/03/los-huetares.html)
5. Quesada Pacheco, Miguel
Ángel. La Lengua Huetar. Estudios de
Lingüística Chibcha. 1998.
6. Quesada Pacheco, Miguel
Ángel. Tradiciones Huetares. EUNA.
Costa Rica 1990.
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