Licda. Rose Marie Hernández Vargas
Fernando Zamora. Álbum de visitas en Costa Rica. San José, Costa Rica, 1909.
Fernando Zamora. Álbum de visitas en Costa Rica. San José, Costa Rica, 1909.
La calle segunda vista hacia el norte desde de San José. La edificación alta a la derecha aún permanece. Esta fotografía fue tomada en el 1916.
Creemos que la riqueza cultural de un pueblo está en sus raíces históricas cuya huella es identificable en sus producciones materiales que conservan el acerbo de la identidad de nuestros antepasados. Por ello queremos exponer los inicios de la ciudad de San José, pues constituye una muestra de nuestra identidad histórica cultural.
La historia del cantón de San José, número uno de la provincia de igual nombre (comúnmente llamado Central de San José), se remonta a los orígenes de lo que es hoy la ciudad capital de la república. En el año 1737, las autoridades eclesiásticas y gubernamentales ordenaron la fundación una nueva población en el lugar geográfico denominado la Boca del Monte. Este era una planicie situada entre los ríos Torres y María Aguilar, y fundamentalmente rodeada de montañas y potreros.
El objetivo de las autoridades españolas de fundar un poblado en la Boca del Monte, fue generado, entre otros factores, por su ubicación como punto de intersección entre las villas de Barba, Aserrí, Curridabat y Pacaca. Asimismo, por la necesidad de los pobladores de otras regiones de recurrir a los almacenes de la Factoría de Tabaco, situada en el espacio que hoy ocupa el Banco Central de Costa Rica.
El origen del nombre del cantón se remonta a la erección de una pequeña y humilde ermita de adobe dedicada al Patriarca San José, ubicada en lo que hoy se denomina calle 2 y avenida 0-1.
El 21 de mayo de 1737 se considera como fecha de fundación de la población, que en un principio se denominó Boca del Monte, posteriormente se convirtió en la Villita (1801), luego en Villa Nueva, y por último en el actual cantón de San José (1838).
El problema del agua fue una de las principales causas de que la inmigración no fuera favorable para el desarrollo urbano. La provisión de agua se solucionó parcialmente con la utilización de acequias, principalmente del río Torres. En 1868 se inauguró formalmente la cañería de San José.
La población de San José se mantuvo por décadas aislada en la más extrema pobreza, que se reflejaba en las construcciones, a saber: una plaza, la ermita, una casa destinada al Cabildo y ranchos de adobe y techo de paja.
Los caminos eran de tierra, por donde transitaban entonces filas de mulas que viajaban lentamente. Llevaban y traían mercancías, encargos, mensajes de familiares y amigos. En el año 1776, se trasladó el templo de Boca del Monte al sitio donde más tarde se construyó la Catedral Metropolitana, época en la que se le dio el título de parroquia.
Las actividades económicas de intercambio comercial e interacción social, se desarrollan en un nuevo núcleo formado por la Catedral Metropolitana y la Plaza Principal.
Uno de los factores que influyeron en el crecimiento urbano en la ciudad de San José, fue la producción tabacalera. En el año 1784 se construyó la Factoría de Tabacos, originándose en un corto tiempo una gran actividad a su alrededor. La Factoría de Tabaco estaba en el centro de San José, donde se ubicó posteriormente el Cuartel de Artillería. La ciudad de San José trascendió con el cultivo y comercialización del tabaco, que se exportó al Reino de Guatemala y a otros lugares.
La Villa de la Boca del Monte fue favorecida por los terrenos que donó el padre Manuel Antonio Chapuí, que comprendían casi la totalidad de la actual ciudad.
El viajero inglés John Hale visitó Costa Rica en 1825 y describió así la ciudad de San José:
“Villanueva o San José, la capital de la provincia, está en un extenso valle, o planicie, y su situación es una de las más hermosas del mundo. En todas direcciones los suburbios de esta ciudad son encantadores y muy particularmente la Sabana (o pastos comunes) donada a los vecinos por Manuel Chapuí, un clérigo fallecido”. (En Ricardo Fernández Guardia. Costa Rica. Antología de los Viajeros. Educa, San José. 1982, p. 25).
Al entrar la ciudad San José a su vida independiente y trasladarse aquí la capital, esta se convirtió en el centro de la floreciente actividad cafetalera.
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