febrero 20, 2013

217. Recorriendo la isla de Chira en tiempos lejanos


"El golfo de Nicoya es uno de los espectáculos más hermosos
 de la naturaleza meridional que es posible imaginar.
 Suprímansele al golfo de Nápoles las obras que corresponden
 a la actividad artística del hombre, es decir,
 toda la ciudad de Nápoles y sus alrededores, y yo apuesto
que todo viajero adjudicará la palma al golfo de Nicoya.
 Es un estanque de 12 a 15 lenguas de largo por 1 a 6 de ancho,
 que penetra casi de sur a norte en ese magnífico país,
 "el paraíso de los Andes", que se llama Costa Rica…"

Ricardo Fernández Guardia. Costa Rica en el Siglo XIX, Antología de Viajeros. Editorial Universidad Estatal a Distancia, San José, 2002, pp. 103-104.




Entendemos que la riqueza cultural de la isla de Chira está en sus raíces históricas.
Recorriendo la isla en tiempos pasados, nos encontramos una serie de hechos o fenómenos trascendentales en la vida de los isleños que marcaron su cultura aun en la actualidad.
El pasado de Chira: esclavitud, explotación, enfermedades, dolor y muerte, así como destruccion de la cultura autóctona por la influencia cultural europea.

El modelo de la colonización española es aplicado a la Gran Nicoya y a la isla de Chira. La cruz y la espada se entrelazan como armas de la conquista y dominio español. Una de carácter ideológico que llevaba a la conquista de las almas y la  otra de carácter económico que conducía a la invasión de las riquezas.
La Gran Nicoya abarcaba los núcleos de población aborigen de Nicoya, así como pueblos originarios que vivían en la península de Nicoya así como la isla de Chira situada al final de la punta del golfo de Nicoya.

Relatan que el monarca que regía en la Gran Nicoya a la llegada de los españoles era el cacique Nicúa o Necoclau, también Necocyanh (del náhuatl), que significa península. El cacicazgo menor como el de Chira pertenecía al de Nicoya.
Los conquistadores  españoles Juan de Castañeda y Hernández Ponce de León, tenientes de Pedro Arias de Ávila (Pedrarias Dávila), descubren el golfo de Nicoya en el año 1519. Posteriormente en el año 1522, los españoles Gil González de Ávila (Dávila) y el tesorero Andrés de Cereceda, llegaron a la Gran Nicoya y fueron recibidos afectuosamente por el cacique Nicúa o Necoclau.

El cacique Nicúa lleva a los visitantes españoles a conocer y visitar dominios diversos monarcas indígenas entre  ellos el de la isla de Chira. En ese primer encuentro, el cacique obsequió objetos de oro y no se sabe cómo los españoles lograron la conquista de almas (bautizos) de las poblaciones indígenas visitadas: “en el golfo de San Vicente, 487 bautizos, 708 pesos de oro y en la Isla de Chira, 468 pesos de oro…”  (http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_Guanacaste#Primeras_exploraciones_espa ).
Según  relato del conquistador Gil González Dávila, el rey de Nicoya recién bautizado  le regaló seis figuras de oro de un palmo de altura esto además de dar a conocer. Manifestando: “pues ya él no había de hablar con sus ídolos que me los llevase”.  (Gonzalo Fernández de Oviedo Valdés. Historia General de las Indias. 1959, IV: 372.).
Existen escasos informes documentales sobre los regalos en oro y sobre la posible aceptación formal del indígena a una nueva religión.

Reparto de los nativos de Nicoya y  de la isla de Chira en encomiendas 

“Entre 1524 y 1527, los indígenas nicoyanos, los de Chira y los huetares de la banda oriental del golfo de Nicoya fueron repartidos en encomienda” (http://es.wikipedia.org/wiki/Nicoya)
Las crónicas españolas se refieren a la Institucionalización  de  la encomienda, que se convirtió  en mecanismo fundamental  de la explotación  y esclavitud  coloniales.
“Las provincias de Nicoya, Chorotega, Corovecí, Orotina y Chira han recibido grandes males tratamientos de algunos de los cristianos que los han tenido de repartimiento (...) también de cristianos estancieros y pasajeros...” (Carlos Meléndez. Costa Rica, tierra y poblamiento en la Colonia, p. 193).

Reparto de tierras y fundación de ciudades. Una de ellas  fue la ciudad  de Villa Bruselas, localizada en extremo oriental de la Gran Nicoya.  A esta ciudad se enviaron en encomienda lo indígenas de Nicoya y los de la isla de Chira.

Posteriormente  con despoblamiento de Villa Bruselas se pudo agregar Nicoya  a Nicaragua  y repartir otra vez los indígenas de Nicoya y los de isla de Chira en encomiendas a los españoles de las ciudades de León y Granada. 

Nicoya y la isla de Chira se convirtieron en centros estratégicos en el comercio esclavista.
Gran cantidad de aborígenes de Nicoya y de Chira fueron utilizados como  esclavos (cargadores o tamemes), para traer y llevar bienes desde Nicaragua y hacia esta.
El historiador Carlos Meléndez Chaverri recoge este texto colonial: 

“...es muy amigo de cristianos; nunca allí a avido levantamiento, e todos los que se desembarcan en la Isla de Chira para venir a esta provincia (de Nicaragua) por tierra, pasan en canoas e barcas a este cacique de Nycoya, e allí se proveen de comida para treinta y cinco leguas que ay hasta Nicaragua, e los dan yndios que les traigan la comida...”
(Carlos Meléndez. Costa Rica, tierra y poblamiento en la Colonia, p. 194).

Del sistema tributario se dice: “… se les obligaba a entregar mantos de algodón, botijas de miel de abeja, cera, cántaros y jarras de loza vidriada, además de que los españoles exigían víveres y cargadores para sus expediciones.” (http://es.wikipedia.org/wiki/Nicoya).
Se sabe que otra forma de tributo en Chira era la madre-perla o la concha-perla. Para su extracción se requería la inmersión en el fondo marino, provocando la muerte prematura de los buceadores indígenas.

El puerto de la isla de Chira fue un “punto” (puerto) estratégico hacia Nicaragua, Panamá, hacia Cartago y Perú.  Asimismo un área de descanso y proveedora de alimentos para las tropas de los españoles conquistadores.
Hay referencia que desde la isla de Chira se enviaban esclavos indios. Muchos de ellos habían sido tomados por la fuerza o el engaño y la mayoría pertenecían a   Nicoya, la isla de Chira y Nicaragua. Por las condiciones en que viajaban, la gran mayoría moría de camino al mercado esclavista.

“Se ha calculado que alrededor de 200 000 indígenas de Nicaragua y Nicoya fueron esclavizados y trasladados a Perú y Panamá entre 1520 y 1540, donde perecieron en su mayor parte. (http://es.wikipedia.org/wiki/Nicoya)

La bella isla de Chira sobrevivió al impacto de la llegada hispana.
Creemos que este hecho histórico es parte de la memoria colectiva de Chira y un legado histórico cultural.  
 

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