Por: Naú Bokítowak (Dr. Gonzalo Mena Selles)
Editado por: Fernando Lizana
Programa de Promoción Cultural
Pa Blu Pre Bere (Pablo Presbere) se caracterizó por luchar en defensa del pueblo ante el maltrato y dominio de la Corona Española.ré –canto ceremonial bribri (los niños y jóvenes que tocan son aprendices de cargos tradicionales).
La conquista española se caracterizó por la utilización de dos instrumentos: la espada y la religión. Y aunque al principio hubo colaboración de algunos indígenas con los conquistadores, algunos fueron engañados y traicionados. Lo anterior, más los abusos cometidos por los invasores españoles, provocaron la rebelión indígena.
Editado por: Fernando Lizana
Programa de Promoción Cultural
Pa Blu Pre Bere (Pablo Presbere) se caracterizó por luchar en defensa del pueblo ante el maltrato y dominio de la Corona Española.ré –canto ceremonial bribri (los niños y jóvenes que tocan son aprendices de cargos tradicionales).
La conquista española se caracterizó por la utilización de dos instrumentos: la espada y la religión. Y aunque al principio hubo colaboración de algunos indígenas con los conquistadores, algunos fueron engañados y traicionados. Lo anterior, más los abusos cometidos por los invasores españoles, provocaron la rebelión indígena.
En septiembre de 1709, Pablo Presbere lidera un levantamiento armado que reúne a miles de indígenas talamanqueños, ante la amenaza de ser agrupados y trasladados a la fuerza a reducciones indígenas, método usado por los invasores europeos para controlar a los pueblos originarios. Durante este ataque, se destruyeron ermitas, guarniciones, imágenes religiosas y casas. Además se ajusticiaron dos frailes, diez soldados y la esposa de uno de ellos, logrando, por un periodo de tiempo, mantener el control de sus tierras.
Con la colaboración de refuerzos, armas y pólvora enviados desde Guatemala, el gobernador Lorenzo Antonio de Granda y Balbín aplastó la insurrección. De los capturados, apenas 505 llegaron a la ciudad de Cartago y fueron convertidos en mano de obra gratuita; los demás murieron de hambre, por castigos o se ahogaron al cruzar ríos por ir amarrados. Los caciques y su líder, Pablo Presbere, fueron enjuiciados.
Hace trecientos tres años, el 1 de julio de 1710, Presbere fue sentenciado a morir arcabuceado y decapitado, en un juicio en el que a pesar de la tortura se negó a delatar a los otros líderes de la rebelión. Su ejecución se realizó el 4 de julio, y luego de morir sus restos fueron exhibidos con la intención de amedrentar a todos aquellos que quisiesen imitarlo. La memoria de su heroísmo y consecuencia sigue viva y se perpetúa en su pueblo.
El miércoles 19 de marzo de 1997, la Asamblea Legislativa declaró a Pablo Presbere “Defensor de la libertad de los Pueblos Originarios”. Y el 4 de julio es declarado el Día Nacional de Pablo Presbere.
Debemos recordar a Pablo Presbere como el ancestro que supo encarnar los valores de la libertad, la identidad, la dignidad y la defensa de la autonomía y la cultura de los pueblos originarios. Nos corresponde proteger y velar por el patrimonio de los pueblos indígenas y tomar sus acciones como ejemplo y aplicarlas ante las amenazas opresoras e imposiciones de los organismos internacionales, las multinacionales y los gobiernos extranjeros, apoyados por sectores políticos y económicos nacionales, que pretenden la recolonización de nuestros países mediante el control de los recursos naturales, especialmente en los territorios indígenas, que han preservado los recursos manteniendo formas de vida armoniosas y respetuosas con la naturaleza.
El 4 de julio de este año, en Amubri, comunidad indígena bribri de Talamanca se rememoró tal evento mediante una ceremonia espiritual histórica con participación de representantes de las nueve culturas originarias que aún existen en Costa Rica. Dicha sesión fue convocada precisamente en el hogar de uno de los defensores de la cultura bribri, el Awá (médico indígena) Naú Justo Torres Layan, quien, desde el Úsure (Casa Cónica y representación del universo según visión indígena bribri), instó a los presentes a fortalecer la unidad de los pueblos originarios del país, continuar fortaleciendo el actuar conforme a las leyes culturales que identifican al verdadero indígena luchador y respetuoso con el medio que le rodea, el respeto y reconocimiento al papel que corresponde a las
personas mayores, manteniéndose vigilantes y activos contra iniciativas mineras, petroleras, hidroeléctricas, madereras, cultivos transgénicos y todas aquellas que atenten contra la naturaleza, la cultura y la vida. Los y las representantes de todas las culturas originarias coincidieron en la necesidad de fortalecer la unidad de los pueblos ante el tenor de las amenazas que enfrentan, intensificando la relación con la divinidad con ceremonias y formas ancestrales que cada cultura ha heredado de sus antepasados.
Con la cooperación del Centro Universitario de Talamanca, el Programa de Promoción Cultural, la Dirección de Extensión Universitaria y la Oficina de Transportes de la UNED, llegaron delegaciones de autoridades culturales y clanes principales de los pueblos cabécar, ngöbe, buglé, térraba (broran), bruncajc, huetar, maleku y chorotega, y una delegación de bribripa de los territorios del sur, sumando más de cuarenta personas, destacando la participación del sukia (Krägo Deanga) buglé Uodrob Kia (llamado en castellano como Francisco Rodríguez), de La Casona, quien también realizó danzas y cantos ceremoniales con acompañantes ngöbes y de su pueblo.
El awá Justo Abelino, en compañía de su mentor y colegas, fue el anfitrión de la actividad, que se desarrolló mediante cantos ceremoniales y danzas en los que la participación de las personas de diferentes grupos de edades y culturas, era imprescindible como parte de la propuesta de inclusión y participación colectiva. Estuvieron presentes gran parte de las principales autoridades ancestrales bribris de Talamanca, como mayores de los awapa, okömpa, bikaklas, cantores, jóvenes y niños aprendices y de las tsiru óköm y sia’tami.
Con la cooperación del Centro Universitario de Talamanca, el Programa de Promoción Cultural, la Dirección de Extensión Universitaria y la Oficina de Transportes de la UNED, llegaron delegaciones de autoridades culturales y clanes principales de los pueblos cabécar, ngöbe, buglé, térraba (broran), bruncajc, huetar, maleku y chorotega, y una delegación de bribripa de los territorios del sur, sumando más de cuarenta personas, destacando la participación del sukia (Krägo Deanga) buglé Uodrob Kia (llamado en castellano como Francisco Rodríguez), de La Casona, quien también realizó danzas y cantos ceremoniales con acompañantes ngöbes y de su pueblo.
El awá Justo Abelino, en compañía de su mentor y colegas, fue el anfitrión de la actividad, que se desarrolló mediante cantos ceremoniales y danzas en los que la participación de las personas de diferentes grupos de edades y culturas, era imprescindible como parte de la propuesta de inclusión y participación colectiva. Estuvieron presentes gran parte de las principales autoridades ancestrales bribris de Talamanca, como mayores de los awapa, okömpa, bikaklas, cantores, jóvenes y niños aprendices y de las tsiru óköm y sia’tami.
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