julio 17, 2013

225. Kleenex

Mario Valverde M.
 
La vida de los jóvenes (cada vez más se es joven a menor edad) es lo que yo llamaría la filosofía popular del Kleenex. Vida donde todo se deshace rápidamente. La música y el ídolo de hoy desaparecen a la próxima semana. Ya no el espacio de los años 70 de los discos de acetato, con sus espacios entre una y otra canción, ni siquiera de los CDs, ahora son los IPod, con sus miles de canciones  grabadas, con los audífonos (tienen que ser blancos), pegados a sus orejas en todo lugar, ausentes del prójimo, el otro dejó de existir. Es el mundo de los grandes comedores de los moles, con la diversidad de comidas y los grandes bullicios como especie de turbinas de aviones, con clientes de todos los gustos, mientras pasan los invisibles trabajadores recogiendo todos los deshechos para lanzarlos a los basureros, ceremonia que se repite una y otra vez.
Nada reposa. Todo está en movimiento como la misma Naturaleza en su afán de construir vida y muerte, con la diferencia de que esta todo lo hace a su paso normal para manifestación de la belleza de su ciclo eterno. Por su parte, la filosofía del Kleenex no permite reposar en la mente de la masificación de los jóvenes que pretender consumir y desechar todo el mercado del mundo capitalista; que conste, no reniego de su producción, sino de la forma de penetración para que no quede nada en la mente, en el recuerdo, en las estructuras cognitivas; y es que el consumo masivo no da tiempo, espacio, a la inferencia. Ya decía el filósofo empirista inglés, Hume, en su libro Investigación sobre el Conocimiento Humano, que se daba una inferencia entre cada mil personas. Me temo que en este mundo actual de filosofía del Kleenex, tendríamos que decir se da una inferencia entre cien mil personas. Y menos pensar que puedan observar, en los jardines de sus casas  (ya casi no existen) o centros de estudios, el nacimiento de una nueva flor,  o el paso de una mariposa chupando su néctar. Y menos con la nueva revolución industrial que ya arrancó, la nueva tecnología de los 3D, donde usted podría escanear la receta de una pizza, anteojos, camisa, arma y hasta una casa y producirla desde su  propia casa. Pero de esta nueva revolución escribiré en el próximo Muro. Termino diciendo que la locura actual es USAR, BOTAR RÁPIDAMENTE como un simple Kleenex cuando nos ataca la gripe.

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