Productoras de Naranjo,
Puntarenas, Heredia, la Cruz, San Cruz, Orotina mostraron y vendieron sus
productos, desde comidas, bisutería, textiles y mucho más
Foro permitió que
“señoras casos de éxito” contaran su historia y motivaran a sus colegas
Luego de
un año de capacitación en diversas regiones del país, 150 mujeres
participaron en la I Feria y Foro de Mujeres empresarias Banca
Mujer-UNED, viendo realizado un sueño de superación
personal el pasado lunes 28 de noviembre.
La actividad se realizó en dos escenarios paralelos: en el
auditorio Elías Quirós del Banco Nacional se realizó el foro y el Paseo Las Arcadas del Gran Hotel
Costa Rica se convirtió en una zona ferial en la cual 23 empresarias
expusieron y vendieron sus productos.
Las fuentes de financiamiento con tasas preferenciales y la
asesoría para una inversión eficiente, son dos de los valores agregados de Banca
Mujer del Banco
Nacional, pero además, el Proyecto Mujeres
Empresarias, del Programa de Desarrollo Gerencial de la Dirección de Extensión
de la UNED, brindó una formación fundamental para una buena administración de
las empresa.
Alianza
fecunda
“A la Dirección de Extensión de la UNED nos llena de alegría ser
parte de esta importante actividad, pues podemos cumplir con nuestra misión de
contribuir con el mejoramiento de la calidad de vida de tantas familias aquí
representadas. Nuestra meta es colaborar en el desarrollo de una sociedad más
solidaria, participativa, civilista, sensible y con conciencia de su entorno”,
expresó Yelena Durán, directora de Extensión de la UNED.
Por su parte, Juan Carlos Corrales, Sugerente General de
Desarrollo del Banco Nacional, indicó que “mediante el programa de Banca
Mujer, hemos investigado acerca de esta situación
y detectamos que en el país, miles de mujeres han generado grandes ideas,
pero necesitan conocimientos importantes para que sus negocios crezcan y
sean rentables, por esta razón nos aliamos con la UNED para
capacitarlas en áreas como mercadeo y ventas, planificación,
contabilidad, flujo de efectivo, finanzas, producción y usos de la internet en
pequeños negocios”.
Una lección de vida
Durante
el Foro de Mujeres empresarias Banca Mujer-UNED,
Karla Solano, Johanna Sánchez y Omayra Jaramillo expusieron tres casos de éxito
en la voz de tres mujeres que lograron desarrollar sus negocios con la ayuda
del Banco Nacional.
Su ejemplo sirvió para que las más de cien invitadas pudieran
consultarles sobre consejos importantes para ser exitosas y sobre todo cómo
vencer temores y dudas muy comunes a la hora de afrontar retos propios de la
responsabilidad de un negocio.
“El foro es un espacio para compartir experiencias y aprendizajes. El objetivo es que a través de la presentación de los casos, las mujeres se identifiquen con realidades semejantes y se motiven unas a otras basadas en sus propias vivencias”, comentó la Dra. Lilly Cheng, coordinadora del Programa de Desarrollo Gerencial de la UNED.
En un programa paralelo, a partir de las 9 de la mañana en el
Paseo Las Arcadas, 23 expositoras mostraron sus productos, hechos por ellas
mismas. Ahí expusieron artesanías en madera, barro y materiales marinos,
comidas tradicionales como cajetas, todo en ropa de niño, casual, ropa
interior, deportiva, de cama y más. También artículos de decoración como
vitrales, bisutería, candelas, joyas y muchos otros artículos hermosos.
“Las
mujeres con una idea emprendedora deben considerar que Banca
Mujer del Banco
Nacional analiza tres variables para otorgar los préstamos: si el
negocio es rentable, los antecedentes crediticios de las empresarias que
solicitan el préstamo y las garantías. Este programa nació luego de analizar
ciertos criterios que deben contemplar para la mujer, así se creó el servicio
con una atención especializada”, concluyó María Aminta Quirce, Directora
Corporativa de Banca Mujer del Banco
Nacional.
Un testimonio que no puede dejar de leer
“No quería pasar por alto la oportunidad de
compartirle algunas de las menciones que hicieron las Mujeres Empresarias
participantes en la actividad del pasado 28 de febrero, de regreso a sus
hogares”, empezó la narración la extensionista Lúcida Guevara Gómez del Centro
Universitario UNED-Santa Cruz, quien comandó a los grupos de mujeres que venían
de La Cruz y Santa Cruz
“Las
señoras no paran de decirnos gracias, gracias, gracias por habernos tomado en
cuenta, ha sido una muy buena experiencia para nosotros. En realidad ha sido
muy buena la experiencia pues si ustedes hubieran podido vivir el entusiasmo
con que ellas venían de regreso a sus comunidades, de seguro hubieran
preguntado ¿qué le dimos de comer a estas señoras? Parecía que se conocían de
años, a pesar de que algunas de ellas era la primera vez que se veían, no
paraban de hablar de lo bien que se sintieron, de lo mucho que valoran que haya
gente que cree en ellas, que aprecien y valoren su trabajo”.
Contra viento y marea
“Una
de ellas, por ejemplo, tubo que tomar una panga desde su casa que la dejó hasta
el Estero de Playa Cuajiniquil a las tres de la mañana de ese día para poder
caminar por unos cuarenta y cinco minutos sola
hasta el lugar donde se
recogería, siendo que ese mismo trayecto tenía que hacerlo sola y a las 12:30 de la noche que fue cuando llegaron
a La Cruz. Y sin embargo ella se veía
muy contenta y agradecida y me decía: Lucy,
si no me hubieras tomado en cuenta, no te lo hubiera perdonado nunca, esa
experiencia no la olvido jamás, fue muy motivante el poder compartir con todas
las que estábamos ahí, a pesar de que vendí solo 12 500 colones, creo que lo
que gané no tiene precio y me voy millonaria. Jordania, de la comunidad de
Cuajiniquil de La Cruz.
“Por
su parte Jenny, de la comunidad de Río Seco de Santa Cruz, nos decía: Si
bien sabíamos que estaríamos participando en el evento, vendiendo parte
de nuestros productos algunas, y otras participando en el foro, nunca nos
hubiéramos imaginado que la experiencia fuera tan buena, debo estar cansada por
el viaje tan largo, pero no me siento así, que raro verdad.
“De
igual forma, doña Arlette, de la comunidad de la Cruz, nos decía: Le doy
infinitas gracias a Dios por haberme prestado vida y permitirme vivir esta
experiencia, tuve que levantarme desde las dos de la mañana hoy para poder
participar, no sé a que hora voy a llegar y nuevamente tengo que estar en pie a
las dos de la mañana, pues tengo un compromiso con una comida de unos
trabajadores que debo entregar, pero no me siento cansada; esto que vivimos
aquí, fue maravilloso, esas charlas del foro, me llegaron al fondo de mi corazón, pensé que había superado cosas,
pero aún me falta.
“Con
lo anterior, Lilly, quería compartirle las impresiones emanadas de algunas de
las señoras, así mismo aprovecho la oportunidad para darle las gracias por la
apertura de los grupos, dentro del Programa de Banca Mujer, los cuales fueron
los grupos de La Cruz y Santa Cruz, que fueron los que estuvieron bajo mi
responsabilidad. La experiencia ha sido más que gratificante en todo el sentido
de la palabra, su liderazgo en todo este proceso permitió los resultados
esperados. No me queda más que decirle
que cuente con mi apoyo en todo lo que usted considere pueda apoyarles, para
futuros procesos”.
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