¡Pájaro
mítico: el exótico colibrí!
Licda.
Rose Marie Hernández Vargas
Al rescate de nuestro
patrimonio nacional, nos encontramos con el colibrí, pájaro mítico de América. Viven
cerca de 330 especies de colibríes y existen solo en América. En Costa Rica se
hallan alrededor de 54 especies.
Sabemos
que, desde tiempos remotos, nuestros pueblos han expresado su manera de ver el
mundo por medio de símbolos que se han trasmitido de generación en generación.
El folclor costarricense
es muy rico, tanto en el número como en la variedad de sus manifestaciones, a tal
punto que cada una de las distintas regiones geográficas del país posee sus
características folclóricas propias.
Los colibríes
zunzuncito o elfo de las abejas simbolizan un grupo de aves
enigmáticas y de gran belleza. Así mismo, son objeto de leyendas, mitos y
supersticiones.
En la tradición folklórica costarricense, la
simbología del colibrí es variable de una zona geográfica a otra.
Los exóticos colibríes
están entre los pájaros más pequeños que existen. El más reducido, con su pico
y cola mide unos 6 centímetros. La especie más grande, el llamado
colibrí gigante, mide unos 25 cm. El colibrí pertenece al orden de los
Apodiformes y a la familia Trochilidae o los troquilinos, conocidas también
como picaflores, chupamirtos y chuparrosas.
El colibrí es
considerado símbolo de la fuerza y la resistencia que puede tener un
ser pequeño, pero capaz de ahuyentar a aves de tamaño mucho mayor que el suyo.
También se le considera
como mensajero que pueden traer mensajes de amor positivo o negativo, de ahí
que a algunas personas les produce temor.
La mayoría de los
colibríes despliega un plumaje muy atrayente de color verde metálico. El cuello
de los machos es habitualmente rojo deslumbrante, azul o verde esmeralda. Por
la tonalidad de sus plumas, se les ha dado propiedades mágicas que
escasas aves tienen.
En diferentes partes
del país, las plumas de colibrí son atesoradas por algunas personas. Se cree
que no solo trae mensajes de amor sino que su sola presencia puede dejar amor y
alegría al espectador.
Algunas veces los
colibríes se ven en los jardines Sus alas son auténticos remos aéreos, puede flotar, avanzar,
retroceder, subir y bajar. Es el único pájaro capaz de parar en seco mientras viaja
a grandes velocidades. Su rápido aleteo más bien parece una danza que hace que
no se vean sus alas, y que ocasione un sonido o murmullo, que le ha valido el
nombre de pájaro zumbador.
La destreza de los
colibríes de esfumarse en un parpadeo de ojos los convierte en símbolo de
mágicos misterios.
El colibrí es
considerado el emblema de la evolución del alma, mediante la
superación de los obstáculos y el disfrute del néctar de la vida.
Entre las imágenes del colibrí en el mundo
precolombino, una de las más recurrentes la observamos en la cultura
Nasca.
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El
colibrí, con gran agilidad, se halla casi siempre en el aire, saltando entre
las flores, de las que extrae el néctar. Diseminador de vida nueva, el colibrí se considera como su emblema sagrado, por sus nexos con la polinización
y la fertilidad.
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