abril 03, 2013

219. La mujer aborigen de la isla de Chira en épocas pasadas


Licda. Rose Marie Hernández Vargas
Fotografía de Rose Marie Hernández Vargas.
 


“Los hombres oceánicos despertaron, cantaban
las aguas en las islas, de piedra en piedra verde:
las doncellas textiles cruzaban el recinto
en que el fuego y la lluvia entrelazados
procreaban diademas y tambores.
La luna melanésica
fue una dura madrépora,
las flores azufradas
venían del océano, las hijas
de la tierra temblaban como olas
en el viento nupcial de las palmeras
y entraron a la carne los arpones
persiguiendo las vidas de la espuma.

Canoas balanceadas en el día desierto,
desde las islas como puntos de polen hacia
la metálica masa de América nocturna:
diminutas estrellas sin nombre, perfumadas…”

Fragmento: Los hombres y las islas. Del poeta Pablo Neruda.

Las mujeres en las sociedades precolombinas asumieron un papel protagónico en la historia cultural, política, económica y religiosa de nuestro país. Se han encontrado piezas arqueológicas que muestran a la mujer precolombina  asumiendo un papel de cacica, sacerdotisa, curandera, guerrera, artesana y madre.
Existen muchas lagunas en la información del periodo antiguo o precolombino. 


 
 Los aborígenes de Chorotega  tenían : 
“…libros de pergaminos que hacían de cueros de venado, ….tan anchos como una mano o más, e tan lenguas como diez o doce pasos, e más o menos, que se encogían, e doblaban, e resumían en el tamaño e grandeza de una mano por sus dobleces uno contra otro (a la manera de reclamo), y en apuesto tenían pintados sus caracteres o figuras de tintas roxa o negra, de tal manera que aunque no eran lectura ni escritura, significaban e se entendían por ellas todo lo que querían muy claramente”. http://cuasran.blogspot.com/2009/10/un-poco-de-historia-de-los-chorotegas.

Estas fuentes de conocimiento escritas desaparecieron en la época de la conquista. Solamente contamos con datos arqueológicos, las tradiciones orales  de los pueblos indígenas y los relatos de los españoles de la época, como el cronista Fernández de Oviedo y del conquistador Juan Vásquez de Coronado.  

Los estudios arqueológicos de los últimos años, han transformado el conocimiento que había en Costa Rica sobre las poblaciones aborígenes de nuestro país.

En la isla de Chira se han descubierto 18 sitios con hallazgos arqueológicos; no obstante, esta información no está a la disposición del público. 

Cuentan que, situados en la parte superior de uno de los montes de la isla, hay sitios arqueológicos de aborígenes chireños, con impresionantes vistas de toda la isla y de las aguas del golfo de Nicoya. 

Los vecinos de la isla han intentado subir a la cima del monte. Pero no lo han logrado por la dificultad que presenta. Existen alrededor de esta área árboles de ojoche (Brosimum alicastrum), especie en extinción en el resto de la isla. 

La isla de Chira se convirtió en un “Puerto” con el objetivo de impedir que los piratas llegaran a las poblaciones de Chorotegas. Muchas veces los chireños  fueron saqueados y masacrados por los piratas y otros secuestrados con sus mujeres y niños. 

Actualmente hay en la isla tres familias centenarias (de apellidos Medina, Quirós y Hernández), sin que esta sea una evidencia de que pertenecen a los antiguos aborígenes chireños.

“A principios del siglo XVI, Nicoya era la capital del reino de Nicoya y el principal centro demográfico de la cultura chorotega.  Grupo prehispánico que ocupaba toda la provincia de Guanacaste y buena parte de Nicaragua, y que aún cuenta con representación por una localidad nicoyana (San Vicente) que conserva su arte y cultura”. ttp://www.ecomuseosanvicente.org/

En la actualidad, solo existe una reserva indígena chorotega en un pueblo llamado Matambú, provincia de Guanacaste, que conserva parte del arte y la cultura de este antiguo pueblo.

“Un estudio de genes hecho en Matambú de Nicoya concluye que esta población única que tiene descendencia chorotega-, tienen genes de origen africano y europeo pero además un indudable ancestro amerindio”. http://cuasran.blogspot.com/2009/10/quienes-fueron-los-primeros-habitantes.html. 

Gonzalo Fernández de Oviedo visitó Nicoya en 1529: “… la comunidad incluía una plaza central con templos, una pirámide baja para sacrificios humanos y plazas especializadas para mercados y las residencias de los líderes”. Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdez. Historia General y Natural de las Indias, p. 66. 

Según la costumbre española, los asentamientos se fundaron en torno al templo católico. En 1844 se erigió la ermita de San Blas y su arquitectura  inaugura el barroco en Costa Rica. 

Conocemos que los habitantes aborígenes de Nicoya como los de la isla de Chira, fueron de los primeros pueblos que se sometieron a la dominación española. 

Una de las primeras catástrofes demográficas se produjo por las enfermedades  que trajeron los españoles (viruela, sarampión y otras enfermedades infecciosas), ya que los aborígenes no tenían defensas. Como consecuencia  murieron hombres, mujeres y niños.
Los aborígenes fueron repartidos en encomiendas. Los que quedaron fueron vendidos como esclavos (mujeres y hombres) y enviados a Panamá y Perú de donde nunca regresaron. Murieron en el viaje y otros,  en Panamá  y  Perú.

Pedrarias Dávila expresa: “…despobló las otras Islas, que después se repoblaron de gente de nombres diversos”. http://cuasran.blogspot.com/2009/10/un-poco-de-historia-de-los-chorotegas.html.

A la llegada de los españoles, el territorio estaba ocupado por grupos organizados en cacicazgos. El clan o grupo de descendencia estaba conformado por diferentes linajes o familias. A estos se les atribuye un origen ancestral como descendientes de antepasados míticos y de alta jerarquía.

La pertenecía a un clan determinado se adquiría por línea materna, aspecto que indica la importancia que tuvo la mujer aborigen. La presencia de varios miembros de diferentes clanes en un mismo pueblo y en un cacicazgo asegura  mayor acceso a bienes variados.
En la cúspide de la jerarquía social se hallaba la figura del “Cacique” o “cacica”, una posición que normalmente se heredaba a través de la sucesión por línea materna.  Fue esta clase social la que uso el jade como símbolo de estatus o jerarquía social.
"el cacique de Nycoya, que es el más principal, este tendrá, a mas tener, dos mill yndios, e aún no creo que tiene tantos, tiene mucha tierra, de que se aprovecha". Manuel M. Peralta. Costa Rica, Nicaragua y Panamá en el Siglo XVI, p. 66.


“Además del cacicazgo de Nicoya, existían otros cacicazgos menores como Chira, Cangén, Nandayora, Nicopasaya y Zapandí. No está muy claro si pertenecían a Nicoya”. Juan Carlos Solórzano. Descubrimiento y conquista de Costa Rica, p. 67.

El pueblo precolombino de los Botos o votos era gobernado por una cacica. 

En 1562, Juan Vázquez de Coronado visitó el pueblo de los Votos: “…fue recibido por la reina, en compañía de su marido, ‘que manda poco en ellos’”. ttp://es.wikipedia.org/wiki/Botos_(Costa_Rica)

Mujeres artesanas 

Relatan que la Gran Nicoya sobresalió por un intenso uso de cerámicas de múltiples formas. La elaboración de las artesanías, especialmente cerámica policroma (varios colores), correspondió a las mujeres. 

Las mujeres artesanas de cerámica policroma se destacaron en la elaboración de  esta con motivos de la naturaleza como representaciones de Quetzalcóatl: felinos, jaguares, monos, lagartos, sapos, resaltando la influencia mesoamericana.  Esta extensa producción de cerámica en diversos períodos forma parte de la memoria histórica y por ende de la identidad.

Esta práctica cultural milenaria llega hasta nuestros días. En San Vicente de Nicoya, el Ecomuseo de la Cerámica Chorotega rescata esta tradición como práctica artesanal de producción de la cerámica policroma.

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