Ma.
Elena Fournier S.
Extensionista.
En el Mediterráneo y en especial en España, han
promovido una campaña que se llama: "Pezqueñines NO: respeta las tallas
mínimas". Dicen que es un "acto irracional" esta forma de pesca.
La campaña es ejecutada con el apoyo y el control del Estado y de los mismos
pescadores.
Ya desde el año 1988,
demostraba un estudio del Centro Científico Tropical, CCT, publicado en la
revista Scientific American, junio 1992, que estábamos sobre explotando
nuestros mares. Imaginemos entonces cómo estaremos en la actualidad, además sin
los controles debidos que deben ejercer las autoridades que velan por la sostenibilidad y la perpetuidad del recurso marino costero
tanto en los golfos como la pesca industrial en alta mar, incompleto trabajo
que ejerce Incopesca, MINAE, Servicio de
Guardacostas, entre otros, lamentablemente.
Recientemente, hemos presenciado
con terror y asombro y que no es nada nuevo,
en una de las islas del golfo de Nicoya, cómo varios pescadores sacaban
de su panga el producto de su pesca, supuestamente de camarón: cientos de pescados
pequeños formando parte de varios cardúmenes y pocos camarones. Vimos cómo
desechaban cientos de peces pequeños muertos, gran festín para seis especies de
aves como buchones o pelícanos, piririsas, fragatas, dos especies de garzas
blancas, entre otras, algo completamente antinatural en donde se acostumbra a
estas aves a tener una presa muy fácil, contribuyendo a un desequilibrio, como
es también cuando llega la veda, que no tiene sentido cuando no hay controles,
procesos de información, educación, concientización, para evitar este
desperdicio y esta masacre.
Según cálculos
estimados, en el caso de las prácticas ilegales de pesca de arrastre o rastra y
rodeo (en donde es tal la cantidad de peces que se golpean y esos pescados no
los pueden comercializar), sólo 10% es camarón, muchos son juveniles (lo que quiere decir que no
llegarán a la vida adulta para reproducirse). El resto de otras especies
atrapadas y muertas en estas redes ecocidas, simplemente se desechan como
basura: "pez gato, corvinas pequeñas, pez gallo, chinas, cuminates,
estrellas de mar, cangrejos, medusas, de todo, imagínese pescan a veces hasta
una tonelada", me comentaba doña María, ya retirada de la pesca. No
mencionaremos los abusos de la pesca en línea.
El caso de la pesca del
camarón en alta mar es similar con el agravante de que muchas veces no utilizan
el TED, un excluidor de tortugas marinas, las cuales todas están en peligro de
extinción, siendo esta pesca el motivo principal.
Ya lo están anunciando varios
pescadores artesanales de isla Venado, pronto habrá hambre en el golfo, otros
aseguran que ya están pasando dificultades. Hay pescadores
artesanales que están buscando otras alternativas para su sobrevivencia, como
prepararse en agricultura orgánica u actividades productivas más sostenibles y
muchas veces sin medios económicos para alcanzarlo.
Muchos pescadores se quejan
que sus propios vecinos y familiares, que utilizan el rodeo y la pesca de
rastra o arrastre, no piensan en los otros miembros de su comunidad, en sus propios hijos, nietos y
familiares. La solidaridad, la fraternidad
no existen, de hecho ya hay familias jóvenes que están dejando sus islas
y buscando otras oportunidades, pues no están llenando sus expectativas y están
cayendo en la miseria.
A vista y paciencia del
Estado y de todos nosotros, estamos terminando con lo poco que queda de este
majestuoso y, en el pasado, generoso golfo de Nicoya. Por siglos respetado y venerado por los
ancestrales habitantes del litoral y de las islas.
Con la tendencia neoliberal
-que nos viene desde hace unos años para sacar a las comunidades de la zona
marino costera-, la planificación, el apoyo al desarrollo, la prosperidad y el fortalecimiento
a mejorar su calidad de vida, están detenidos, ausentes de parte del Estado y
de los gobiernos locales. Parece que el objetivo es claro.
Eso sí, dicen los habitantes
de las islas, cuando se avecinan las elecciones municipales o nacionales
buscando votos, muchas personas caen en las redes de las promesas que ofrecen políticos
sin escrúpulos y corruptos.
Queda alguna esperanza
y es que las comunidades del Pacífico y del Caribe se han
organizado, han trabajado y presentado un "Proyecto de Ley de Territorios Costeros
Comunitarios", que propone, por ejemplo, que cada territorio costero
comunitario cuente con su propio plan de ordenamiento territorial.
En la actualidad, no tiene
el respaldo de esta administración, por lo que hay que continuar presionando. Mientras
tanto, la situación se va haciendo cada vez más insostenible.
Decía indignado una vez un
campesino: “¡Qué fácil es para estos cientos de
pescadores industriales y pescadores no artesanales recoger la cosecha
que nunca sembraron!”
¿Qué
podemos aportar las Universidades estatales a esta situación?
Las comunidades de esta
región nos piden proyectos productivos, como una de las soluciones para
continuar una existencia digna en las islas sin tener que abandonarlas.
El sector de investigación
de los recursos marinos, promotores sociales, especialistas, extensionistas,
CONARE, debemos continuar apoyando a todos los sectores de esta región,
elaborar una estrategia más integral en el ámbito de las Universidades, con la participación del
Estado, para traer una vida más digna,
solidaria, y enfrentar esta
tragedia socio ecológica.
Y despidiéndonos del golfo,
uno de los pescadores no artesanales, al finalizar su faena, felizmente iba
cantando una estrofa popular: "toda la vida"...
Me quedé reflexionando:
¿será que no sabe lo que está haciendo o simplemente sobrevivió un día más sin
importarle qué van a comer él, su familia y su comunidad mañana y pasado
mañana?
Devolverle la vitalidad al golfo
de Nicoya con un nuevo orden y respeto por el derecho a la existencia de la
vida marina y sus comunidades, es una obligación y un gran reto nacional.
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