junio 25, 2013

223. Sherlock Holmes y su propuesta metodológica


Mario Valverde M. 
Siempre he creído que el impávido, pensativo y solitario detective S. Holmes (“Mi vida transcurre en un largo esfuerzo por huir de los lugares comunes de la existencia”), creado por el médico y escritor inglés Arthur Conan Doyle (1859-1930), no es un simple detective que descubre los delitos al azar; y además, sugiero que el doctor Watson, que tiene una esposa muy complaciente y anónima, es el propio escritor A. Conan D.
Entre los dos hasta el final de la vida de S. Holmes (¿por qué lo habrá asesinado?), se encargan de narrar la solución de los crímenes y delitos más sonados e imaginados del siglo XIX y principios del XX en la Gran Bretaña.


Su propuesta metodológica


Algunos especialistas presentan a S. Holmes como un deslumbrante detective que resuelve sus crímenes con el simple análisis deductivo. Si así fuera, tendríamos que ubicarlo como un racionalista cartesiano, que negaba de los sentidos y creyente de las ideas innatas. Pero si hacemos una lectura entresacando desde su obra la propuesta metodológica, nos daremos cuenta que el propio A. Conan Doyle se cuidó de dejarnos los caminos de sus investigaciones para resolver las acciones de las mentes criminales de su época.

En su cuento “El Valle de Boscombe”, nos dice: “Del examen que hice del terreno saqué los insignificantes detalles que le di a Lestrade (inspector oficial a cargo del crimen) en lo que a la personalidad del asesino se refiere”. “Pero, ¿cómo lo obtuvo? -pregunta Watson”. “Conoce usted mi método -responde Holmes. Se funda en la observación de minucias”. Y más adelante dice: “… se basa en la observación y deducción”. Aquí está claro el paso por el empirismo. Dice B. Russell en su libro La Sabiduría de Occidente: “La filosofía británica (empirismo) se ocupa de un cúmulo de cuestiones menudas de manera fragmentaria, y cuando avanza a principios generales los somete a la prueba de la evidencia directa”. En oposición a las investigaciones racionalistas representadas por el inspector Lestrade, el empirismo le va a permitir a S. Holmes resolver los crímenes y delitos desde la ficción, pero que a su vez, propone y deja nuevos caminos en el campo de la investigación criminológica.


Mandamientos para la investigación

1.- Cuanto más extraña es una cosa, tanto menos misteriosa resulta.

2.- Es un lugar común que los delitos más desconcertantes son lo que ofrecen menos interés.

3.- Una cara vulgar es la más difícil de identificar.

4.- Cuanto más insignificante y vulgar es un delito, tanto más difícil es resolverlo.

5.- Los puntos circunstanciales son muy engañosos porque pueden apuntar en una u otra dirección.

6.- No hay nada más engañador que un hecho evidente.

7.- El método que uso es de observación y deducción.

8.- Mi método consiste en la observación de minucias.

9.- Las informaciones de las personas que viven en el lugar de los hechos siempre resultan de escaso valor o están influidas por consideraciones personales.


Conan Doyle es hijo de la ciencia moderna. Nos dice: “En los últimos tiempos me he sentido inclinado a bucear en los problemas originados por la Naturaleza”. Ya no son aquellas soluciones producto de la fe o la casualidad, sino el esfuerzo por encontrar las leyes de aquellos fenómenos que la propia naturaleza nos mantiene a distancia, ocultando sus secretos, como sucederá con las investigaciones del detective S. Holmes y su amigo el Dr. Watson. Nos encontramos frente a un escritor de ficción, unido a propuestas epistemológicas, metodológicas y científicas, que considero precursor de  las ciencias policiales modernas.

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