Por Amílcar Castañeda
Participación política indígena en el Pacífico Sur de Costa Rica: entre la exclusión y la marginación. Conversatorio se dio en el marco de las actividades de proyección a los territorios indígenas por parte del Técnico en Gestión Local para Pueblos Originarios ejecutado por el Programa de Gestión Local de la Dirección de Extensión Universitaria.
Con el propósito de tener un intercambio de experiencias y puntos de vista sobre la participación política indígena, aproximadamente 30 líderes y lideresas indígenas de 11 territorios del Pacífico Sur, se dieron cita el 12 de marzo a las 4 p.m. en el salón parroquial del territorio indígena de Boruca.
Con el propósito de tener un intercambio de experiencias y puntos de vista sobre la participación política indígena, aproximadamente 30 líderes y lideresas indígenas de 11 territorios del Pacífico Sur, se dieron cita el 12 de marzo a las 4 p.m. en el salón parroquial del territorio indígena de Boruca.
El Conversatorio sobre “La participación política indígena en el Pacífico Sur”, se dio en el marco de las actividades de proyección a los territorios indígenas por parte del Técnico en Gestión Local para Pueblos Originarios, una iniciativa interuniversitaria de la CRI Sur y ejecutado por el Programa de Gestión Local de la Dirección de Extensión Universitaria.
El conversatorio estuvo a cargo de un distinguido panel de líderes y lideresas indígenas que en los últimos 20 años tuvieron la oportunidad de ser elegidos como suplentes y titulares para los puestos de síndicos, síndicas y regidurías en el cantón de Buenos Aires. Este cantón es el único de la zona sur que registra representaciones indígenas electas, incluyendo un vice-alcalde de origen bribri.
Esta actividad, que se realizó en una coyuntura no electoral, constituye uno de los escasos espacios de discusión sobre el tema. El diálogo fue dinamizado también por la participación indígena en la acción política desde esferas no electorales, como un indígena teribe asesor legislativo y otro indígena brunkaj miembro de la junta directiva de una entidad pública - la Junta de Desarrollo Regional de la Zona Sur –JUDESUR. Ambas experiencias son inusuales y recientes.
Sin puesto en la Asamblea Legislativa
Los pueblos indígenas en Costa Rica representan 1.7% de la población nacional según el censo del año 2000; a criterio de las organizaciones indígenas este porcentaje sería cercano a 2%, debido a que algunas comunidades remotas no fueron censadas. Pero lo que llama la atención es que la población afro descendiente, que según el mismo censo es 1.9 % de la población nacional, ha tenido 19 diputados electos desde 1949 a la fecha, inclusive algunos ministros. No obstante, la población indígena con casi igual representación porcentual nunca pudo elegir ni un solo puesto en la Asamblea Legislativa.
En tiempos muy recientes, se tuvieron algunas candidaturas indígenas para puestos en la Asamblea Legislativa, pero no tuvieron el eco necesario al estar al final en las nóminas de las candidaturas. Lo que evidencia la exclusión de este sector poblacional del sistema de representación democrática.
Según Gilbert González Maroto (brunkaj), la población indígena contaría con “el caudal electoral necesario para elegir un diputado y varios regidores y síndicos, pero estamos divididos por los partidos políticos”. Esta ausencia es extensible a todo el aparato público. Como ha señalado Pablo Sivas: “En todas las instancias del Estado no existen los indígenas”. Si bien Sivas tuvo la oportunidad de ser el primer y único asesor legislativo, en dicho espacio también encontró discriminación: “A la verdad no me trataban como un asesor legislativo, sino como a un indio, hasta los guardas me revisaban, y en el mes de agosto del año pasado me sacaron arrastrado de la Asamblea Legislativa”.
Por la localización de la población indígena en algunos cantones como el de Buenos Aires, donde los indígenas representan aproximadamente 30% de la población, era previsible una participación más activa de la población indígena en las contiendas electorales. No obstante, la participación ha sido limitada y poco satisfactoria por varios factores:
Factores limitantes
a) Una concepción diferente de “lo político”. Sivas preguntó: ¿Cómo definimos el poder los indígenas? El poder y lo político en los pueblos indígenas, no se rige por la competencia, ni la búsqueda de intereses particulares, ni la corrupción ni la imposición, sino, como afirma Gilbert González, la política indígena es, “acción colectiva, conciliatoria, respetuosa, desinteresada, es horizontal, respeta los tiempos diferentes. Muy contrario a la política partidaria que es divisora, vertical e irrespetuosa”.
b) Incompatibilidad de la noción de liderazgo comunitario y político partidario. El líder o la lideresa en la comunidad debe su fidelidad sobre todo a su comunidad y su compromiso con la agenda del pueblo. Desde ese proceso y en función de fortalecerlo, algunos líderes y lideresas accedieron a algunas candidaturas. “Jamás había pensado llegar a ser regidor”, fueron las palabras iniciales de don Cristino Lázaro (líder del pueblo Brunkaj de Curré), primer regidor indígena del Pacífico Sur (1984). “Me gané la confianza de mi pueblo en las luchas contra la extracción de madera, contra PINDECO, PH Boruca, luchando por el ambiente. El dirigente se hace en la lucha, construyendo la unidad”.
Esa legitimidad y esa respuesta de la comunidad las experimentó también Daniel Leiva (brunkaj), egresado del Técnico en Gestión Local de la UNED, quien obtuvo más de 90% de la votación para regidor. Un elemento interesante del panel fue que todos habían sido apresados en las acciones de lucha por los derechos de sus pueblos. Entonces estamos ante una noción de liderazgos y luchas muy diferentes a la fábrica de políticos que tienen los partidos.
Los partidos requieren el voto indígena en el cantón de Buenos Aires, pero está claro, dice Elides Rivera (teribe y ex regidora), “la propuesta de regidurías es captar el voto indígena, la población indígena es usada solo para puestos de regiduría suplente, síndicos o síndicas suplentes”. Si bien hubo un sub alcalde bribri, este nunca fue considerado en la toma de decisiones.
c) Carencia de espacio para una agenda indígena. Hubo un consenso entre el panel de que no existe espacio para una agenda de los pueblos indígenas en los Concejos Municipales. Afirma la lideresa Elides Rivera: “Los regidores no permiten una agenda indígena. Estas personas por lo común tienen intereses económicos dentro de los territorios indígenas. Por ello están contra el Proyecto de Desarrollo Autónomo. Cuando dentro del Concejo Municipal hablamos sobre las demandas de los pueblos indígenas, te aíslan, nadie te quiere hablar, te amenazan”.
d) La carencia de una alternativa política de participación indígena. Las experiencias de participación mediante partidos políticos, principalmente tradicionales, han sido frustrantes. No sienten que le deban fidelidad al partido político que postula sus representaciones, incluso un ex regidor no se acordaba el nombre del partido que lo postuló. No se rigen por el color partidario.
Ha sido manifiesta la conciencia de la necesidad de una expresión de movimiento político que canalice la agenda indígena en los espacios políticos. En ese sentido, Elides Rivera manifestó: “Espero no volver a participar más por un color político, pero no voy a dejar la política. Voy por el pueblo, no por el voto”. Se plantea empoderarse con los derechos humanos y desarrollar estrategias para tener presencia en los espacios políticos, pues “tampoco podemos dejar de un lado, pues si no participamos, otros decidirán por nosotros”, afirmó Elides.
Por su parte, Daniel Leiva reconoció que con el Técnico en Gestión Local (TGL) “aprendí que uno puede participar activamente sin ser de un partido político; para eso es importante construir la legitimidad desde abajo, con la lucha y el trabajo. Estoy en capacidad para ser síndico, regidor, porque tengo los instrumentos que me dio el TGL.
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