Mario Valverde M
Las distancias entre pasado, presente y futuro son una ilusión. El río del tiempo es como un río congelado. Toda la experiencia del tiempo está en el presente. El tiempo, en todo caso, es una ilusión de la mente. Entonces, la pregunta salta, ¿será posible regresar al pasado y viajar al futuro? Llegar a un ciber-aeropuerto y escuchar: “Favor abordar el transbordador que nos llevará al futuro”. Ahora sabemos que la gravedad afecta el tiempo: cuanto más fuerte la fuerza gravitacional, podemos decir que más se detiene el tiempo. El ejemplo sería el monstruoso agujero negro, donde la gravedad sería millones de veces mayor a la de la Tierra. Si hipotéticamente estuviéramos instalados en ese agujero traga soles y planetas, envejeceríamos más lentamente en relación con la vida en nuestro planeta, pero al regreso a la Tierra envejeceríamos en horas. Y qué de volver al pasado. Se habla de los agujeros de gusano, especie de tubos cósmicos por los que podríamos regresar a tiempos anteriores. Pero regresar al pasado podría afectar lo ya sucedido. Es decir, podríamos matar a nuestro propio padre sin darnos cuenta, es como regresar a un lugar donde ya todo sucedió. Otra posición sería regresar al pasado como a una especie de vitrina donde podamos ver nuestra casa de la infancia, la amada de los años de colegio, o las largas conversaciones en el parque o la esquina del barrio; pero también daría lugar para las cosas malas: un crimen, una violación, una estafa, etc. Todo se vería sin poder alterar nada.
Y para hacer la cosas más complejas (como todo en este juego, de jugar a descubrir todo lo que nos rodea), el Universo avanza en un DESORDEN cada vez mayor. Desde la primera explosión del Big Bang, todo, y lo humano incluido, es un total desorden. Se conoce como la ley de la entropía que mide el grado de desorden molecular. Herman Hesse, desde la literatura (El lobo estepario, Damián, etc.), intenta denunciar el difícil proceso de realización de lo humano. De ahí el arte inacabable e infinito unido al desorden de la experiencia en expansión. La Naturaleza toda se guía hacia un desorden cada vez mayor. La otra gran pregunta, ¿regresaremos a un Orden primigenio existente después de la explosión expansiva? No sabemos. De lo que sí estamos seguros es que, en su alejamiento, el UNIVERSO será cada vez más y más desordenado.
Las distancias entre pasado, presente y futuro son una ilusión. El río del tiempo es como un río congelado. Toda la experiencia del tiempo está en el presente. El tiempo, en todo caso, es una ilusión de la mente. Entonces, la pregunta salta, ¿será posible regresar al pasado y viajar al futuro? Llegar a un ciber-aeropuerto y escuchar: “Favor abordar el transbordador que nos llevará al futuro”. Ahora sabemos que la gravedad afecta el tiempo: cuanto más fuerte la fuerza gravitacional, podemos decir que más se detiene el tiempo. El ejemplo sería el monstruoso agujero negro, donde la gravedad sería millones de veces mayor a la de la Tierra. Si hipotéticamente estuviéramos instalados en ese agujero traga soles y planetas, envejeceríamos más lentamente en relación con la vida en nuestro planeta, pero al regreso a la Tierra envejeceríamos en horas. Y qué de volver al pasado. Se habla de los agujeros de gusano, especie de tubos cósmicos por los que podríamos regresar a tiempos anteriores. Pero regresar al pasado podría afectar lo ya sucedido. Es decir, podríamos matar a nuestro propio padre sin darnos cuenta, es como regresar a un lugar donde ya todo sucedió. Otra posición sería regresar al pasado como a una especie de vitrina donde podamos ver nuestra casa de la infancia, la amada de los años de colegio, o las largas conversaciones en el parque o la esquina del barrio; pero también daría lugar para las cosas malas: un crimen, una violación, una estafa, etc. Todo se vería sin poder alterar nada.
Y para hacer la cosas más complejas (como todo en este juego, de jugar a descubrir todo lo que nos rodea), el Universo avanza en un DESORDEN cada vez mayor. Desde la primera explosión del Big Bang, todo, y lo humano incluido, es un total desorden. Se conoce como la ley de la entropía que mide el grado de desorden molecular. Herman Hesse, desde la literatura (El lobo estepario, Damián, etc.), intenta denunciar el difícil proceso de realización de lo humano. De ahí el arte inacabable e infinito unido al desorden de la experiencia en expansión. La Naturaleza toda se guía hacia un desorden cada vez mayor. La otra gran pregunta, ¿regresaremos a un Orden primigenio existente después de la explosión expansiva? No sabemos. De lo que sí estamos seguros es que, en su alejamiento, el UNIVERSO será cada vez más y más desordenado.
Don Mario, me hizo recordar un pasaje de "La insoportable levedad del ser": "Si la Revolución francesa tuviera que repetirse eternamente, la historiografía francesa estaría menos orgullosa de Robespierre. Pero dado que habla de algo que ya no volverá a ocurrir, los años sangrientos se convierten en meras palabras, en teorías, en discusiones, se vuelven más ligeros que una pluma, no dan miedo. Hay una diferencia infinita entre el Robespierre que apareció sólo una vez en la historia y un Robespierre que volviera eternamente a cortarle la cabeza a los franceses.
ResponderEliminarDigamos, por tanto, que la idea del eterno retorno significa cierta perspectiva desde la cual las cosas aparecen de un modo distinto a como las conocemos: aparecen sin la circunstancia atenuante de su fugacidad. Esta circunstancia atenuante es la que nos impide pronunciar condena alguna. ¿Cómo es posible condenar algo fugaz? El crepúsculo de la desaparición lo baña todo con la magia de la nostalgia; todo, incluida la guillotina."
qué terrible esta concepción pero qué confortante sería...
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