Ma. Elena Fournier
Extensionista por vocación. Asistente Proyecto CONARE
“Salud ambiental de las comunidades del golfo de Nicoya”, UNED-UNA.
Otros comentarios, escuchados en nuestros talleres, nos motivan a seguir trabajando con estas comunidades:
“Estos talleres de capacitación deben extenderse a otras instituciones del país, ejemplo CCSS, etc.”
“…este taller nos llena de mucho conocimiento ya que está acorde a la realidad de nuestro país, es muy valioso y espero que lo hagan en todo el país.”
Caño Negro, 2010.
“Muy importante para conocer e informarnos aún más de todos los problemas que existen por la contaminación y atacar el problema en nuestros centros educativos.”
Taller Escuela Corralillos en Nicoya, 2010.
“La sugerencia mía es que necesitamos otros talleres como este de concientización, divulgación y cómo manejar la basura y la unión en nuestra comunidad.”
Taller para Barra de Tortuguero y San Francisco, 2010.
”…salimos del taller con una mayor conciencia de cuidar nuestro planeta y sus recursos.”
“Más talleres para todas las edades. Me ha parecido excelente porque he aprendido cómo puedo ayudar al Planeta.”
“Por favor hacer más talleres en escuelas y colegios de cada cantón de Escazú.”
“Soy ama de casa muy interesada en todo lo que son talleres para aprender y me gustaría que también se dieran a los adolescentes para poder hacer conciencia en la juventud.”
Taller Cen Cenai, Escazú, y Damas Voluntarias Escazú, 2010.
“Me encantaría que se programen talleres en la Región de Aguirre circuito 05”.
“Ojalá muchas comunidades tuvieran la oportunidad de recibir esta capacitación, muchas gracias…”
Taller Parque Nacional Carara, SINAC-MINAET, comunidades y comercio.
“Es muy importante este tipo de talleres y creo que se debe implementar un seguimiento a los grupos.”
Taller Ciudad Neily, 2010.
“Es un excelente taller el cual creo debe ser llevado a todas y cada una de las instituciones educativas del país para que logremos realizar los cambios que tanto le hacen falta a nuestro querido planeta.”
Taller grupo de mujeres y hombres: Semillitas de Amor, 2010.
“Gracias por tomar en cuenta a las personas privadas de libertad para crecer.” Privado de libertad, Centro APAC, Heredia, 2010.
“Ojalá lo impartan en todas las escuelas y colegios, ya que son el futuro del país y ellos necesitan de estos aprendizajes para valorar el planeta y el medio ambiente.”
Privado de libertad, APAC, Heredia.
“Un taller muy educativo, interactivo y dinámico, muchas gracias.”
Taller punta Morales, UNA-ECMAR, julio 2010.
“La universidad tiene la función compleja, dada su naturaleza, de generar conocimiento, custodiarlo y socializarlo.” (1)
Continúo en Orocú y en las visitas domiciliarias…de otra vivienda salen, como en la historia para infantes de la casa en forma de bota, niñas, niños, personas adultas y mayores. Una casa pequeña que alberga una familia grande con tanta pobreza en sus espaldas y casi sin esperanza.
Otra vivienda alberga a varios niños, perros y gatos en precarias condiciones, gallinas que entran y salen de la casa. Las paredes tienen agujeros por todos lados. Imagino que de noche entrarán roedores, culebras, alacranes, mosquitos…en las mismas condiciones está el techo de zinc; pienso que cuando llueve debe de ser más deprimente estar ahí dentro entre tanta miseria, recordando su destino gota a gota.
El piso de la casa es mitad cemento y mitad piso de tierra, las condiciones higiénicas no las mejores; está a medio barrer, pero aun así, no se verá gran diferencia. Cerca de lo que se supone es un dormitorio y sala está la cocina con su fogón, con medias paredes que la dividen.
Por supuesto que el televisor a colores encendido presenta una novela (negocio de los que lucran con los más débiles) antes de mediodía, quizás para evadir una cruda realidad… no hay oportunidades, no hay trabajo pero sí sobran las frustraciones y muchas necesidades.
¡Ah, por supuesto, el sello del reciente censo nacional! Ojalá las y los políticos escuchen al pueblo, a la universidades que trabajan con programas, que verdaderamente ayuden a resolver, dando sus recomendaciones, soluciones, presionar para una justa distribución de las riquezas del país y cambien las condiciones de las comunidades más pobres del país ubicadas exactamente donde más riqueza natural hay.
Las necesidades de nuestro país son muchas y, una vez más, las universidades estatales estamos en la obligación de investigar, generar información, devolver la información que se genera en las comunidades, formar y, sobre todo, presionar a las diferentes instituciones estatales y a los políticos -a través de foros, cursos de capacitación, entre otras estrategias-, a tomadores de decisiones, funcionarios (as) públicos, a mejorar las condiciones de vida nacional, pero sobre todo, dar las herramientas capacitando en diferentes áreas que puedan satisfacer las necesidades de las provincias, los cantones, los distritos, generando empoderamiento, auto sostenibilidad, de modo que puedan caminar mejor sin nuestra presencia, quizás sólo de vez en cuando para apoyar sus gestiones.
Acerca del tema de la extensión universitaria
Ante la oportunidad que tenemos con el IV Congreso Universitario, hay que revisar el perfil de la y el extensionista, que es vital. Lamentablemente no se mide su vocación, solo se le estima y respeta si tiene un título académico, pero si ha tenido un proceso de capacitación nacional e internacional de institutos respetados y reconocidos por organismos de las Naciones Unidas, si tiene experiencia, ha generado información, investigación, propuesto y ejecutado metodologías, pero, por sobre todo, si tiene vocación, esto no cuenta, esto no se mide en el sistema vigente.
Crear códigos que puedan llenar las necesidades, que se ajusten a la realidad nacional y a las prioridades de la comunidad nacional en las áreas sociales, ambientales, económicas y culturales.
Para algunas personas, un código de un trabajo técnico no es viable porque dicen que estamos en una universidad y sólo en personal académico podemos pensar… ¡en lo cual no puedo estar de acuerdo! El trabajo social no puede tener barreras para las personas que se han ido especializando, más bien las universidades deben aprovechar su conocimiento y experiencia. Requerimos flexibilidad laboral en el sentido de las oportunidades y de acuerdo con las exigencias actuales.
Con todo respeto, pero no existe una carrera como extensionista, ninguna universidad la ofrece, además, ¿quién mide la vocación de la extensionista que pone en práctica la educación popular ambiental?
Respecto del trabajo de campo y los proyectos, deben existir menos requisitos burocráticos para tener acceso a los recursos y que estos queden también dentro de las comunidades con las cuales se trabaja. ¿Cómo es posible que tengamos que pedir, para sumas menores de ₡116 000, facturas timbradas a indígenas, campesinas, pescadoras, lideresas que nos ayudan con nuestra labor en las comunidades y sin quienes no podríamos existir como proyectos?
Ojalá, resuelta esta limitación, podamos atender con diligencia las necesidades básicas de las comunidades siendo un puente eficiente entre ellas, el Estado, a veces la empresa privada y las universidades.
Nuestra misión, la que constitucionalmente tenemos, es amor, entrega, compromiso, con vocación, conocimientos. Ayudando a crear el empoderamiento de las comunidades, las haremos independientes, con una correcta información -en la información está el poder-; así sus valores, su dignidad, ayudarán a que se dé un proceso de una democratización…, eso sí , dentro de un modelo de desarrollo respetuoso de los recursos naturales, los derechos de las personas, toda forma de vida… un modelo inclusivo, no como el que existe hoy, y así cumplir con el mandato Constitucional de la creación de las universidades, sus Estatutos Orgánicos y, en este caso, del Manifiesto por la Autonomía Universitaria:
“La autonomía cobra sentido cuando las universidades inciden positivamente en la construcción de una sociedad más justa, solidaria y con calidad de vida, cuando sus aportes contribuyen en la transformación social que apunta a la superación de las iniquidades y enajenaciones y que solo pueden hacerlo desde su misión en la generación de una cultura y una conciencia propias para una sociedad inclusiva.
“La autonomía universitaria refiere una realidad compleja y viva, que debe valorarse si se la entiende como una capacidad que se muestra en la práctica de ser conciencia crítica y de emancipar el pensamiento.” (2)
Es muy lamentable cuando nos percatamos de que hay programas de extensión, investigación o trabajo universitario comunitario de las universidades que solo escogen comunidades organizadas, con recursos económicos, con un modelo exitoso para trabajar. ¡Así no se vale! En lugar de empezar de cero, como decimos popularmente, que es cuando verdaderamente aprendemos en el proceso y nos enriquecemos como institución y personas y dejamos una comunidad muy diferente de la que encontramos cuando llegamos.
¿Estamos preparados para enfrentar la nueva crisis económica y responder al país en forma eficaz y eficiente? O… ¿estaremos -como lo anuncia la metáfora anunciada en el IV Congreso-, vestidos con sacos de gangoche atendiendo las necesidades nacionales? Ojalá ese vestido sea de un material amigable con el ambiente, que no sea transgénico, que en su proceso para producirlo -su ciclo de vida-, se respeten todos los derechos humanos y a toda forma de vida.
CONCLUSIÓN
Tenemos por delante un gran reto social, ambiental, económico, cultural, un Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, BID, entre otros organismos, presionando para impedir que los principios de la autonomía universitaria se puedan cumplir como lo exige la Constitución Política de Costa Rica y los Estatutos Orgánicos de las universidades públicas.
Que no nos suceda lo que ya la Universidad de San Carlos, en Guatemala, está viviendo: ha perdido su autonomía universitaria, ha perdido su dignidad, lo ha perdido todo. ¿A ese nivel llegaremos? Eso sólo dependerá de nuestro compromiso y valentía.
Tenemos muchas esperanzas, expectativas, con el IV Congreso Universitario de la UNED; debemos tener muy claro hacia dónde nos dirigimos y no hacia dónde nos dirigen, conocer muy bien las debilidades y amenazas con las que convivimos diariamente, para poder planificar, organizar, ejecutar, en forma democrática y participativa, con mucha visión, autonomía, ejecutando el mandato constitucional que es un deber universitario, su misión ante la comunidad nacional, independientemente de su condición socio-económica.
(1) Manifiesto de las universidades públicas de Costa Rica.
Autonomía universitaria: condición de un pueblo libre.
Publicado en Acontecer, Opinión No. 38, julio 2011, pág. 21.
(2) Ibíd.
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