Daniel Garro Sánchez
Dos
universos de muy dudosa afinidad se han unido recientemente con la publicación
de la novela Los cuatro lados del fútbol
(Clubdelibros), del novel escritor
Sebastián Aureliano.
Aunque
ya estaba a la venta desde varios días antes, e incluso contaba entre sus
tempranos méritos con una rotunda y favorable reseña de Alberto Cañas en su
columna “Chisporroteos”, la presentación oficial del libro no se efectuó sino
hasta el pasado martes 14 de agosto, y en ella participaron Sebastián
Aureliano, Evelyn Ugalde, fundadora de Clubdelibros, la destacada filóloga
Amalia Chaverri, y el conocido empresario y ex-futbolista Erick Lonnis; una
concurrencia nunca antes vista en un acto de presentación de una obra
literaria.
Chaverri
destacó la buena factura de la obra y su significativa estructura, al iniciar
con relatos independientes sin relación aparente (más allá de estar vinculados
de una forma u otra al fútbol) que luego se mezclan para resolverse como una
novela, en representación de la forma en que el llamado deporte más bello del
mundo logra unir a personas de diferentes circunstancias y orígenes.
Lonnis,
por su aparte, alabó el hecho de que la narración enfoca situaciones
periféricas al fútbol, y no una situación futbolística propiamente dicha (en
este punto coincide con la apreciación de Alberto Cañas), lo cual es de gran
importancia para el ex-futbolista, quien afirma que las experiencias más
gratificantes de su carrera deportiva fueron precisamente las situaciones
paralelas a ella, más que los partidos ganados o los títulos obtenidos.
Luego,
el propio autor (que inició su discurso aclarando que el improbable nombre de
“Sebastián Aureliano” sí es su nombre verdadero, y no un pseudónimo), habló de
las experiencias personales que lo llevaron a escribir la novela. Con un
espontáneo sentido del humor que hizo reír al público en más de una ocasión,
Aureliano, ingeniero químico y administrador de empresas, aclaró también no
poseer estudios formales de ningún tipo en lingüística, pero sí un hábito de
lectura formado sólidamente desde niño; y enfatizó que su libro es la manera en
que logró reunir sus dos mayores pasiones: el fútbol y la literatura.
Un punto
fuerte a favor de esta singular novela, fue cuando la editora y periodista
Evelyn Ugalde admitió no ser amante del fútbol de ninguna manera, pero aseguró
que la obra puede ser leída y disfrutada sin problemas por lectores que, al
igual que ella, no compartan esa pasión. De igual forma, y a pesar de que el
libro es bastante “morado”, según afirmó Lonnis, Aureliano prometió que también
puede ser leído por seguidores de otros equipos, incluyendo alajuelenses.
Ninguna de estas aclaraciones está de más en un país donde existe, por un lado,
una brecha tan amplia entre los aficionados a la lectura y los aficionados al
fútbol; y por otro lado, una rivalidad incluso violenta entre los fanáticos de
los diferentes equipos.
Finalmente,
el acto de presentación terminó con el anuncio de Erick Lonnis de querer patrocinar
una producción cinematográfica basada en la novela de Aureliano. Teniendo en
cuenta la masiva pasión por el fútbol que se observa en Costa Rica (a veces
justificada, a veces no; pero por eso es pasión), era imposible y hasta extraño
que no hubiera una obra literaria inspirada por este deporte; y ya sea que se
concrete o no la visión de Lonnis y Aureliano de llevar Los cuatro lados del fútbol a la pantalla grande, será solo
cuestión de tiempo para que veamos una película nacional que trate sobre el deporte
consentido de Costa Rica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario