octubre 10, 2012

209. San José de antaño: La Plaza Mayor


Rose Marie Hernández Vargas


La Plaza Mayor constituye una muestra de identidad histórico - cultural que nos permite valorar el legado de las generaciones pasadas.

La estructura urbana de la ciudad de San José cambia radicalmente en el año 1776 con el traslado de la población de la Boca del Monte al sitio donde más tarde se construiría la Catedral Metropolitana (1871). Agrupados en este lugar todos los vecinos del Valle Central, se convirtió en poco tiempo en la ciudad más importante en nuestro país, económicamente pero también hubo un gran crecimiento poblacional.
Con la decadencia del tabaco no fue ningún problema para los josefinos empezar a producir café. Varios factores favorecieron el cultivo del café: la fertilidad de los suelos, el clima apropiado, el incentivo económico que proporcionaba la constante alza de los precios del mercado. San José era lugar de paso de los mulos y luego carretas que transportaban el café. Muchos de los arrieros también eran comerciantes.

Las actividades económicas de intercambio comercial e interacción social, se desarrollan en este nuevo núcleo formado por la Catedral Metropolitana y la Plaza Principal, que desde el año 1871 actuaba como el mercado central.

Se procede a dar un orden jerárquico del espacio (estilo damero colonial). La ciudad de San José se diseñó en forma de tablero o cuadriculada, en forma bastante regular y precisa. Provisto de calles rectas y los cuadrantes de igual longitud. La creación ciudades fue importante para los españoles en la época de la colonia, tanto para mantener la fe católica como para recaudación de impuestos.
 
El mapa de la ciudad de San José quedó así (1871): La Catedral metropolitana , al oeste se situó la Plaza Principal, el Cuartel al norte de la Plaza Principal, el Colegio de Santo Tomas y la primitiva iglesia del Carmen en la cuadra al este de la Parroquia, el Cabildo dos cuadras al norte del Colegio y la Factoría de Tabacos llamada también Los Almacenes estaba una cuadra al norte.

De la plaza Mayor salen ocho calles, hacia cada uno de los puntos cardinales, cortadas por otras secundarias en línea recta. Algunas calles tenían nombre, la actual Avenida Central era Calle Real o Calle Principal.

En los alrededores de la Plaza Principal se fueron construyendo viviendas. Por regla general, cuanto más cerca están situadas de la plaza, tanto mejores eran las viviendas. Las personas más acaudaladas acapararon las mejores tierras y las más céntricas. Entre esas familias, estuvo la vivienda del presbítero Manuel Alvarado y también edificaciones comerciales, como la Botica Francesa y el Centro de Salud del Dr. Rodríguez y estatales como el Cuartel de Artillería (1850) y el Palacio Nacional (1854).

La Plaza Principal, según la costumbre colonial, operaba como mercado central, se intercambiaban productos de toda índole. Era el territorio predilecto de interacción social y comercial donde asistía la mayor parte de la comunidad. Este fue considerado desde su conformación, el punto céntrico y más importante de la población de la ciudad de San José. La Plaza Principal (Plaza Mayor) era una explanada abierta, que se utilizaba para actividades militares y como sitio de mercado los días sábados.

Ricardo Fernández Guardia, en relación con la Plaza Mayor, nos dice:

“Por tranquilas y desiertas que sean en general las calles, todos los sábados en la mañana se convierte en un cuadro maravilloso. Toda la ciudad se llena de vida, porque la altiplanicie entera se da cita en la plaza ese día… Creo no equivocarme al decir que los sábados no hay diez josefinos que constituyan una excepción a la regla, salvo los niños menores de tres años”. (Ricardo Fernández Guardia. Costa Rica. Antología de los Viajeros. Educa, San José, 1982. Pp. 178 y 180.)

El sábado era el día de mercado la ciudad de San José. Era de tanta magnificencia que en él se trasegaban todo tipo de mercancías, desde productos básicos hasta artículos suntuosos. Así mismo, se convertía en un centro comercial donde se daban cita figuras públicas como el Presidentes de la República, el ministro de Hacienda, Magistrados de la Corte Suprema, abogados, médicos, eclesiásticos, maestros, padres de familia, campesinos, aborígenes. Sin discriminaciones de clase.

Ricardo Fernández Guardia, en relación con las actividades que se realizaban en el mercado, nos señala:

“Campesinas jóvenes, con sus trajes pintorescos y puestas en cuclillas en el suelo, ofrecen huevos, frutas, mantequilla, etc. Vienen indios al mercado trayendo maíz y cacao. Se comercia a pie y a caballo, en género e vil precio. El día del mercado el Presidente de la República no desdeña cortar unas varas de zaraza.” (Ricardo Fernández Guardia. Op. cit., p. 179).

En 1860 se inició el proceso de transformación de la Plaza Principal (Plaza Mayor) a Parque Central. Las transformaciones duraron veinte años para convertirla en un lugar de esparcimiento y recreación. Se construyeron aceras de piedra canteada alrededor de la plaza. Se sembraron arboles de higuerón blanco, higuito y de azahar. Se instaló alrededor del parque una reja de hierro fundido traída de Inglaterra.

En el centro del parque, se colocó una fuente de hierro con un niño desnudo sentado en un cisne. Esta fuente, también traída de Inglaterra, podemos observarla adornando la plazoleta de la Biblioteca Carlos Monge Alfaro de la Universidad de Costa Rica.

En el año 1880, la Plaza Mayor se convierte en Parque Central.

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