agosto 30, 2011

168. Autonomía universitaria y comunidades en extrema pobreza a la luz del IV congreso universitario, UNED

Ma. Elena Fournier
Extensionista por vocación

Artículo 83. El Estado proporcionará y organizará la educación de adultos, destinada a combatir el analfabetismo y a proporcionar oportunidad cultural a aquellos que deseen mejorar su condición intelectual, social y económica.

Artículo 87. La libertad de cátedra es principio fundamental de la enseñanza universitaria.

Constitución Política de Costa Rica
La Educación y la Cultura

imageDespués de cada gira o visita de apoyo y acompañamiento en este caso para el proyecto de CONARE “Salud Ambiental para las comunidades del golfo de Nicoya”, UNED-UNA,- esta vez en un asentamiento del IDA en Orocú y la comunidad de Lagarto de Chomes- puedo admirar cada vez más el trabajo de lideresas como doña Lidia Aparicio, pequeñita, delgadita, muy activa, de ojos profundos, con un gran conocimiento y compromiso en su corazón para su comunidad, aunque hay personas del asentamiento que muchas veces no se enteran de sus grandes esfuerzos, algunas personas sólo observan.

Una vez más comprobamos que se trabaja en condiciones muy adversas y se vive también entre mosquitos del dengue, la malaria, culebras, escorpiones, altas temperaturas y humedad, en las noches a veces ante la presencia de murciélagos vampiros como en isla Caballo. Respecto al transporte marítimo, significa un alto riesgo para las y los pescadores por las condiciones climáticas dentro del golfo, el estado en que se encuentran la mayoría de las pangas o botes, por lo que hay que pagar más para asegurarse un poco de seguridad.

Ninguna institución ayuda con los viáticos, aun realizando labores que corresponden a las instituciones públicas que tienen gran capacidad técnico-profesional. Como me decía una lideresa del litoral de la península de Nicoya, “las instituciones nos utilizan para sus trabajos”. Por ejemplo, doña Lidia Aparicio, miembro de la Comisión PRESOL rural, estuvo ayudando al Ministerio de Salud a realizar un censo en su comunidad, sólo en 10 viviendas, en el cual ella y otras señoras dedicaron unas cinco horas, ya que se trataba de una muestra y había que desplazarse bastante y sin viáticos.

También durante el viaje, nos permitieron ingresar a 25 viviendas y aproveché para realizar otras visitas, entre ellas, a los dos pulperos que son una buena fuente para obtener más información de la problemática local.

Escuchamos sobre diversos problemas que les aquejan, como calidad del agua que consumen, la falta de oportunidades de empleos dignos, falta de recursos para ejercer la agricultura, problemas de drogas, agresión intrafamiliar, deterioro ambiental, la basura o residuos es quizás el menor, problemas típicos de las comunidades más excluidas del país que se encuentran en las zonas urbanas y rurales de las provincias de Puntarenas, Guanacaste y Limón.

Aprovechando la visita, les comunicamos sobre la importancia que tiene el buen manejo de los desechos, de la recolecta organizada, de no quemar los desechos, ya que son problemas de salud ambiental muy serio, la relación del dengue, la malaria, entre otras enfermedades, y el mal manejo de los desechos; se les dejó materiales educativos relacionados con el tema para prevenir, educar, informar, concienciar, como parte integral del proyecto.

La comunidad de Orocú es conocida, por algunas de las comunidades vecinas, como “Salsipuedes”: hay delincuencia, drogas, se han presentado brotes de dengue, hay mosquitos a todas horas del día, las calles difícilmente tienen lastre y cuando llueve es un lodazal, la pobreza extrema aflora por todos lados, aunque contrasta con algunas pocas viviendas en buen estado y prosperidad.

Me parece una gran responsabilidad de mi parte, un deber, el describir algunas situaciones que me impresionaron mucho, esto no quiere decir que no conozca la pobreza o que nunca la haya visitado y siento que, como UNED deberíamos visitar de vez en cuando estos lugares, tanto estudiantes, administrativos, docentes, académicos, ya que es muy fácil desconectarse de la realidad nacional, de estas comunidades, entre reuniones, entre las exigencias de lo cotidiano de una institución y sus oficinas, dándosele espacios, algunas veces no siempre afortunadamente, a temas superficiales, algunos relacionados a la mezquindad profesional, entre otras debilidades usuales entre nosotros los seres humanos, mientras que allá afuera nos esperan con respuestas responsables a sus múltiples necesidades básicas, en espera proyectos, capacitación, oportunidades, apoyo, seguimiento o simplemente acompañamiento.

Ubicándonos nuevamente en el espacio en la comunidad de Orocú, la primer vivienda, aunque no se le puede llamar vivienda, tiene el cielo raso color negro, por el humo que produce la cocina de leña mal diseñada. En el corredor techado hay un fogón encendido, con una olla muy negra, hay humo por todos lados en presencia de una joven embarazada, varios niños, uno de ellos bastante sucio, perros con severa desnutrición, sarna, pulgas, además varias personas adultas y una adulta mayor con problemas en sus pulmones, según el médico del Ebais producto de la contaminación del humo del fogón. En el pasado tenían una chimenea para el fogón pero esta prendió fuego también, quemando la mitad de la casa que ya estaba en ruinas.

En los alrededores de esta comunidad no hay fuentes de empleo, por lo que muchos jóvenes deben salir de su comunidad e ir a trabajar a otras regiones o provincias, hay un desarraigo o los que se quedan algunos se dedican al consumo de la droga, venta, y todo lo que conlleva este flagelo.

Este caso familiar y particular tiene una promesa del IMAS para conseguir fondos para sembrar sandía, además les prometieron un curso de agricultura…, ¡pero se trata de un asentamiento agrario del IDA!

El esposo se dedica a la ebanistería, lamentablemente necesita mejorar su producto, que sea de mejor calidad ya que tienen acceso a maderas finas y es una lástima que no tengan un mejor acabado los muebles.

Lo difícil de entender es que tienen tierra de cultivo dada por el IDA, pero no tienen recursos para llevar todo el proceso y menos cómo vender la cosecha.

Ante esta situación social de una sola y alejada comunidad y ante el rol de las universidades y su situación actual:

“América Latina ha constatado desde la Reforma de Córdoba que sin autonomía no hay universidad. Esta conquista de las universidades latinoamericanas garantiza el cumplimiento de su propósito primordial: la generación de conocimiento libre, crítico y reflexivo, sin limitaciones ni condicionamientos externos y la formación de personas con capacidad de transformar e incidir positivamente en la sociedad, a través de sus funciones esenciales, la docencia, la investigación y la extensión. La autonomía es la esencia misma de la universidad.”(1)

Al sentir que estos principios no se cumplen, me pregunto si estamos verdaderamente preparadas para enfrentar la situación socio-económica-ecológica que vive el país y que vivirá en unas semanas, meses y años más. ¿Estamos preparadas para dar una respuesta eficiente, pronta y cumplida ante esta crisis?

Aun así y ante los resultados de lo que se ha venido logrando, específicamente con el proyecto, es satisfactorio lo que se puede observar, el solo hecho de poder apoyarles, sin caer en el paternalismo o materialismo, con el apoyo y seguimiento, pues se sienten más dignas y dignos y son capaces de participar activamente en reuniones, foros que tenemos con las autoridades del Estado como el Ministerio de Salud, Municipalidad, Ministerio de Educación Pública, entre otros.

También ver el proceso de empoderamiento y observar cuando llevamos especialistas en diferentes temas, es un verdadero placer ver las expresiones en sus caras, que son de alegría, satisfacción, saber que están adquiriendo conocimientos, herramientas, poder… y de saber que se sienten más dignas y dignos, más seguros de sí mismos como ya lo ha expresado doña Gloria Pérez -una pescadora, ama de casa y ahora artesana de reciclaje, presidenta de la asociación de mujeres del grupo “Mujeres trabajando por el ambiente de Isla Chira” que están iniciando un centro de acopio, que se están iniciando con agricultura orgánica…,- ella nos cuenta cuando por primera vez participaba de nuestras actividades en un foro y con autoridades del Estado, la Defensoría de los Habitantes, ella intervino con mucho susto pero valentía, nos contó que esa noche no pudo dormir de la impresión, de la emoción de que ella se demostró a sí misma que sí podía hablar en público con autoridad, expresar sus angustias y sentimientos y ser escuchada con respeto; aunque difícilmente valorarán y tomarán nota de las penurias, necesidades…, por lo que el papel de facilitador de la UNED-UNA es muy importante, para construir el puente y hacer valer los derechos que tienen las comunidades.

Hay una gran necesidad sentida para llenar las exigencias que tienen las comunidades y de los proyectos que las universidades puedan ofrecerles en las diferentes áreas, en este caso el tema ambiental, específicamente en los talleres de capacitación sobre el manejo ambiental de los residuos sólidos y líquidos post consumo, que es mi experiencia por más de dos décadas, y cuando se escuchan observaciones y comentarios como el siguiente, no nos podemos simplemente escapar y abandonarlos a su propia suerte: “Fue un excelente taller el cual nos hizo reflexionar sobre el daño ambiental que causamos y que de manera sencilla se puede cambiar esta mala conducta.” Taller en Caño Negro, 2010. Programa Aula Móvil, CONARE.

(1) Manifiesto de las universidades públicas de Costa Rica.

Autonomía universitaria: condición de un pueblo libre.

Publicado en Acontecer, Opinión No. 38, julio 2011, pág. 21.

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