Por Rose Marie Hernández Vargas
Las Fiesta de la Virgen del Mar se realiza el sábado más cercano al 16 de julio, en honor a la patrona de Puntarenas, La Virgen del Monte Carmelo o Virgen del Carmen.
Las celebraciones son terrestres y marítimas. Misas, desfiles, conciertos, bailes, competencias deportivas y fuegos artificiales.
Destaca principalmente un colorido desfile de embarcaciones de pesca y yates decorados con papel chinilla, globos, flores y, al frente, la Virgen del Mar. Se pasean frente a las playas de Puntarenas en las aguas del Golfo de Nicoya, en un día único, donde el mar se convierte en el escenario de una procesión singular.
Desde Galilea
La vinculación de esta advocación mariana con la gente del mar se cree que es de siglos y los orígenes habría que buscarlos en la región de Galilea, en un monte que se erige en la población marítima de Haifa y que recibe el nombre de Carmelo, que en hebreo significa 'jardín'.
El Monte Carmelo se alza como una estrella junto al mar. La Virgen se alababa como 'Estrella del Mar', ya que los marineros dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con la Virgen María, quien era la que guiaba y cuidaba a los marineros por las aguas difíciles hasta llegar a puerto seguro.
Desde entonces, son muchas las localidades, principalmente pesqueras, que celebran grandes procesiones marítimas con motivo de las Fiestas del Carmen. Se trata de trasladar a la Virgen desde la iglesia hasta el puerto, donde es desembarcada para recorrer la costa, bajo la protección de los marineros y en compañía de multitudes.
Náufragos agradecidos
En Puntarenas, la devoción a la Virgen del Carmen es reciente. Data del año 1913, a raíz de un barco pescador llamado El Galileo que naufragó cerca de la Isla del Caño. El dueño de la embarcación se dirigió al templo de la ciudad a pedirle a la Virgen del Carmen por sus trabajadores.
Algunos días después, llega la gran noticia de que los tripulantes estaban a salvo y hablaban de una mujer que, en medio de la tempestad y la tragedia, los alimentó y acompañó, de modo que tuvieron suficientes fuerzas para nadar a tierra donde fueron rescatados. En agradecimiento, el dueño realizó una fiesta en el mar con su lancha El Galileo, en honor a la preciosa y milagrosa Virgen del Mar, como la bautizaron.
Desde entonces, los porteños la llaman la Virgen del Mar, y los pescadores salen todos los años por el Golfo de Nicoya a rendirle tributo.
(Tomado de la Cámara Puntarenense de Comerciantes y Empresarios).
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