mayo 31, 2011

155. El Barrio

Por Mario Valverde M.
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“Volver al barrio siempre es una fuga”.
Mario Benedetti
Escribir sobre “nuestro barrio”, es escribir, casi con lágrimas en una esquinita de un tiempo, “nuestro tiempo” (¿mi tiempo?), que se quedó haciendo cabriolas para siempre en un espacio, “nuestro espacio”, que vuelve y revuelve, como aromas de amores que nunca se marcharon.
Pero, ¿por qué es tan mágico el barrio de infancia y de juventud? ¿Será porque la libertad es amplia y pura como la inocencia? ¿Será que de tanto recorrerlo se nos pega en la memoria de la piel? ¿Será – acaso - porque cada centímetro de este nos pertenece con sus vivos y sus muertos? ¿Será – acaso - porque Uno y el Espacio seguimos viviendo, a pesar, de lo lejos que nos encontremos en otras realidades?
Lo cierto es que la mayor enfermedad no estudiada, el espíritu del barrio, sigue viajando con nosotros, como máximas cartesianas, atrapadas en bares, en sonidos musicales que nos pone en solitario a rumiar fantasmas, “mis fantasmas”, sobre tiempos y espacios que ya no son y que fueron y nunca serán jamás iguales, pero que reducidos a los recuerdos en tiempos que no forman parte del tiempo normal, regresan y se van como olitas de tardes solitarias.
Y todo esto se acomoda en la nostalgia con una esperanza fallida que nos mantiene en la frontera entre el sueño y la vigilia -“mi sueño” “mi barrio” “nuestro barrio del norte”: Barrio México- con sus vivos y sus muertos como si fuera una historia de Juan Rulfo, con sus Comalas repitiéndose hasta el infinito.

1 comentario:

  1. Buenas, leyendo hoy la sección de Opinión en el periódico encontré un artículo que se relaciona con este, con el barrio de cada quien y deseo compartirlo.

    El mundo de cada cual - La Nación

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